COMENTARIO DEL LIBRO DE
Marvin Harris "Vacas, cerdos, guerras y brujas"
Epílogo:
: El libro intenta explicar
las causas de estilos de vida aparentemente irracionales e inexplicables, que
hasta ese momento aparecían como enigmas insondables. La posición científica,
mantenida en la antropología anterior a la publicación de este libro, desalentaba,
según Harris, la búsqueda de explicaciones racionales a las diferentes pautas
culturales existentes en el mundo. Partiendo del supósito de que la vida humana
no es producto del azar simplemente y que los diferentes estilos de vida tienen
causas definidas y fácilmente identificables. Considera además que deben primarse
las explicaciones prácticas y materiales frente a las espirituales o mitológicas.
Comprendiendo mejor las circunstancias prácticas de cada sociedad pueden identificarse
los factores materiales que inciden, y que muchas veces aparecen disfrazados
como mitos y leyendas. Estos mitos se utilizan para dar una identidad social
y un sentimiento de comunidad a la gente y dificultan la superación de las trabas
que crea la cultura sobre la conciencia social.
: El desconocimiento del amplio abanico de culturas pasadas y presentes, el
miedo ante el envejecimiento y la muerte y el temor al conflicto provocan que
las desigualdades se disfracen o falseen. Mediante estas tres bases se crea
la conciencia onírica colectiva que impide comprender la esencia de la vida
social, limitando la conciencia cotidiana. El autor busca en cambio aportar
soluciones, probables o razonables, no dogmas de fe, pues aunque sean inexactas
son un principio hacia la comprensión de las diversas culturas humanas existentes.
: 1.La madre Vaca.
: Desde el punto de vista
occidental, el culto a las vacas en la India, se asume como la demostración
de que en Oriente los valores espirituales están por encima de la propia vida.
Las vacas simbolizan todo lo vivo, representan la madre de la vida y matar una
vaca, es un sacrilegio.
: Algunos informes consideran este credo como uno de los factores principales
de la pobreza y el hambre en la zona, al mermar la eficiencia agrícola. Pero
si observamos los datos sobre el ganado vacuno, vemos que existen muy pocos
bueyes, animal que junto con el búfalo de agua, son la principal fuente de tracción
para arar campos. La falta de tracción animal es un grave peligro para las familias
campesinas, que pueden perder sus propiedades. Las vacas cebú paren bueyes,
no están especializadas en la fabricación de leche como las occidentales, aunque
la que producen ayuda al sustento de sus dueños. El sistema industrial hindú
además consume muy poca energía en comparación con las modernas agriculturas
occidentales. Las vacas proporcionan estiércol que se utiliza como fertilizante,
combustible para cocinar y recubrimiento de suelos. Su valor es tan alto que
existen personas especializadas en su recolección. Son además, animales muy
resistentes a la sequía, ya que disponen de gibas que almacenan la energía y
una asombrosa capacidad de recuperación.
: El tabú para Harris, sería un producto de la selección natural que combate
la tentación de vender o matar las vacas en las épocas de sequía, pues aunque
sobrevivan, las familias luego no podrán arar sus campos. La supervivencia hasta
la vejez de animales inútiles es el precio que se paga por proteger animales
útiles en épocas de penuria. Por otro lado, se consigue un mayor aporte calórico
cuando se consumen directamente las plantas que a través del consumo de animales,
y su carne no se desperdicia pues existen castas inferiores que la consumen,
una vez muerta. No existe competencia con el hombre por el alimento, puesto
que las vacas consumen mayoritariamente desperdicios, convirtiendo artículos
de poco valor en productos de utilidad inmediata, como la leche.
: El mismo Gandhi comprendió que el amor a las vacas tenía consecuencias diferentes
para ricos y pobres, y que iba aparejado a la agricultura en pequeña escala
y al sistema tradicional de vida hindú. El 43% del ganado vacuno hindú se divide
entre el 62% de las granjas pobres, que en su totalidad sólo suponen el 5% de
los pastizales de la India. La economía de las familias pobres campesinas sería
la única afectada por su reducción. Existe además una proporción entre vacas
y bueyes de 70/100 que es provocada por la acción humana mediante el sacrificio
de becerros hembra, pero siempre de forma indirecta y no reconocido públicamente.
Y esta proporción varía según las zonas y los cultivos, en función principalmente
de la cantidad de agua de regadío disponible, ya que en los arrozales se utiliza
el búfalo de agua y el número de vacas desciende a un 47/100. Lo cual demuestra
que el número de vacas se adapta a las diversas zonas agrícolas.
: El amor a las vacas ayuda a sobrevivir a los humanos en un ecosistema de bajo
consumo de energía, donde no existe margen para el despilfarro. Así se demuestra
que la India utiliza su ganado vacuno de forma más eficaz que EE.UU., no porque
los animales sean más productivos, sino porque aprovechan todos sus productos.
: 2.Porcofilia y Porcofobia.
: Este Tema plantea el problema
de porque algunos pueblos aborrecen el mismo animal que otros aman. El cerdo
es una abominación para judíos y musulmanes, mientras que el centro del amor
a los cerdos se encuentra en Nueva Guinea y las islas melanesias.
: El problema porcófobo se ha estudiado desde la antigüedad y mientras en el
Renacimiento se decía que se debía a que era un animal sucio, posteriormente,
en el siglo XVIII, Moisés Maimónides creía que era una medida de salud pública.
Harris, en cambio, considera que el Corán y la Biblia prohibieron su cría porque
era una amenaza a la integridad de los ecosistemas naturales y culturales de
Oriente Medio.
: Los hebreos eran pastores nómadas que vivían de rebaños de cabras, ovejas
y vacuno. La prohibición es una estrategia ecológica acertada, pues la cría
de cerdos en hábitats áridos es una amenaza, al tratarse de zonas desforestadas
donde los rumiantes se adaptan mejor. El cerdo es un animal oriundo de las zonas
de bosque y riberas umbrosas. Además es un competidor alimenticio con el hombre,
es difícil desplazarlo a largas distancias y está poco adaptado termodinámicamente,
pues su sistema de regulación de la temperatura corporal es ineficaz. En las
zonas muy calurosas depende del efecto refrescante de sus excrementos y se convierte
en un animal sucio. En Oriente Medio, la carne de cerdo se consideraba un artículo
de lujo. Y cuando mayor es la tentación, mayor es la necesidad de una prohibición
divina, pues una cría a pequeña escala era una tentación y a gran escala, era
imposible. Pero los tabúes además de tener explicaciones ecológicas, también
cumplen la función social de dotar a una comunidad de signos distintivos. Actualmente
esta es su función, no suponiendo ningún perjuicio grave para esta comunidad
y permitiéndole distinguirse del resto de la humanidad.
: El amor a los cerdos, en cambio, es un estado de comunidad total entre el
hombre y el cerdo. Estos se crían como miembros de la familia, duermen con ellos,
lloran por ellos cuando están enfermos y les dan los mejores bocados. Pero incluye
además el sacrificio obligatorio de los cerdos y su consumo en una ceremonia
especial. El clímax de este amor es la incorporación de la carne de cerdo a
la carne del anfitrión humano y del espíritu del cerdo, al espíritu de los antepasados,
durante el gran festín que se celebra una o dos veces por generación, en el
que se consumen todos los cerdos.
: Este gran festín se celebra cada doce años, aproximadamente, entre los Maring,
un grupo tribal amante de los cerdos que habita en la Cordillera Bismarck de
Nueva Guinea y que fue estudiado por el antropólogo R. Rappaport. El kaiko dura
aproximadamente un año y a los dos o tres meses de acabar se entabla un combate
armado con los clanes vecinos enemigos. Los cerdos que quedaban se consumen
durante la lucha, y los grupos se ven obligados a cesar la guerra cuando no
disponen de más cerdos para ganarse el favor de los antepasados. El combate
cesa y los beligerantes van a plantar un pequeño árbol, el rumbim, en un ritual
en el que participan todos los varones poniendo sus manos en él, mientras el
mago asegura a los antepasados que mientras siga en pie el rumbim no se volverá
a reiniciar la guerra. Ahora los esfuerzos vuelven a dirigirse a criar cerdos
para celebrar un gran kaiko, arrancar posteriormente el rumbim y reiniciar las
hostilidades.
: Este ciclo se inserta dentro de un complejo ecosistema autorregulado que ajusta
el tamaño de la población animal y humana según los recursos disponibles. La
decisión de cuando hay suficientes cerdos es crucial, aunque no existe un número
exacto de años. La cría de cerdos y el cultivo depende principalmente de las
mujeres, y la presión para aumentar el número de la piara lo más rápidamente
posible, recae sobre un sistema de cultivo tradicional de tala y quema. Los
nuevos huertos, necesarios para alimentar a una población humana y animal creciente,
exigen más esfuerzo al situarse más alejados de las viviendas y tener un mayor
tamaño. Además los cerdos adultos empiezan a invadir los huertos produciendo
enfrentamientos entre los vecinos. Las casas se dispersan para estar más cerca
de los huertos, disminuyendo la seguridad y provocando un mayor nerviosismo
en la población. Pronto empieza a haber discusiones entre maridos y mujeres
y los hombres se preguntan si no habrá suficientes cerdos. Entonces inspeccionan
el rumbim, y finalmente deciden que hay suficientes cerdos para iniciar el festín.
Gran parte de la carne se distribuirá entre los parientes y aliados militares,
ya que el kaiko se utiliza para recompensar a los aliados y ganarse su lealtad.
: El ansia de carne de cerdo es perfectamente racional teniendo en cuenta la
escasez de carne en la dieta de los maring y la cría de cerdos está bien fundada
en la ecología de la zona, ya que la temperatura y la humedad son ideales. Pero
un crecimiento ilimitado de la piara podría comportar una situación de competencia
alimenticia entre el hombre y el cerdo. Cuando las mujeres maring empiezan a
trabajar para alimentar a los cerdos y no a las personas, y la eficiencia agrícola
cae, es hora de celebrar un kaiko. Imponer un número límite al número de cerdos
sólo sería posible con un tipo de agricultura diferente. El momento en que ya
existen suficientes cerdos es impredecible, ya que depende de variables que
cambian cada año: la población, la dimensión del territorio, el bosque secundario
disponible y la situación e intenciones de los grupos enemigos. Para dar satisfacción
a los antepasados se debe hacer un esfuerzo máximo, esto provoca por un lado
que aumente la ingestión de proteínas mejorando la salud de la población y garantiza
el consumo de proteínas y grasas en los meses que preceden a la guerra, siendo
además una forma de conseguir aliados. Los maring son conscientes de la relación
entre el éxito en la cría de cerdos y el poderío militar y el sistema entero
produce una distribución eficiente de plantas animales y hombres en la región.
:
: 3-La guerra primitiva.
: Para Harris, la guerra
primitiva se funda en una causa practica, aún cuando sus participantes la desconozcan
y actúen movidos por motivaciones emocionales. Los pueblos primitivos emprenden
la lucha cuando carecen de alternativas mejores a problemas concretos. Los maring,
por ejemplo, la atribuyen a la venganza de actos violentos, como ocurre en muchos
otros pueblos.
: La presión demográfica se produce, según Harris, cuando la población empieza
a acercarse al punto de deficiencias calóricas o cuando empieza a crecer y consumir
a un ritmo que degradará la capacidad del medio ambiente. La población estaría
llegando al llamado “límite de sustentación” del hábitat. La mayoría de sociedades
primitivas poseen mecanismos de regulación de la capacidad de sustentación,
reduciendo la población, la producción y el consumo. Los grupos que crearon
este tipo de mecanismos sobrevivirían mejor, y la guerra es uno de estos mecanismos
que ayudan a mantener el equilibrio ecológico de las poblaciones humanas. No
sucede lo mismo con la guerra moderna, aclara el autor.
: La guerra estalla en el momento en que la producción y el consumo se hallan
en auge. Lo importante no es el efecto de regulación de la guerra sobre un grupo
en concreto, sino sobre el total de la población de la región. Y no se produce
por las bajas habidas en combate, ya que los beligerantes son los hombres y
sus muertes apenas afectan al potencial reproductivo. Los maring, como muchos
grupos primitivos, practican la poliginia, muchos hombres tienen varias esposas,
y las mujeres desarrollan la mayoría de tareas hortícolas. En realidad, la guerra
conserva el sistema maring a través de dos consecuencias más indirectas: los
huertos son abandonados antes de alcanzar el techo de su productividad y se
incrementa la mortalidad infantil femenina. El abandono temporal de los huertos
permite mantener la capacidad de sustentación de la región, pues zonas cultivadas
intensivamente quedan en barbecho mientras que se ponen en cultivo nuevas áreas.
En el sistema de tala y quema la explotación continuada de una zona, supone
una amenaza a la capacidad de recuperación del bosque. Entre los maring, la
deforestación es pequeña y el período necesario para la recuperación del bosque,
diez o doce años, coincide perfectamente con los años que transcurren entre
festivales, esto para Harris no es una simple coincidencia. Y por tanto la respuesta
a cuando hay suficientes cerdos sería cuando el bosque ha vuelto a crecer en
el área de los antiguos huertos. Puesto que un cerdo adulto consume lo mismo
que un hombre adulto, su sacrificio reduce el sacrificio de hombres.
: Por otro lado, el combate intensivo favorece la cría de niños en vez de niñas,
ya que el número de varones adultos marcará el potencial de la comunidad frente
al enemigo. En los pueblos primitivos existe una desproporción de 150:100 entre
niños y niñas en edad infantil y juvenil, aunque en edad adulta se igualan,
por la mayor mortalidad masculina. Muchos grupos primitivos practican el infanticidio
femenino manifiesto, y sobre todo encubierto. Teniendo en cuenta que las mujeres
son más valiosas, en términos biológicos, este hecho sólo se entiende teniendo
en cuenta que la guerra invierte el valor de la aportación de hombres y mujeres.
La guerra obliga a maximizar el número de varones. El autor cree que la guerra
es el mejor método para regular la población, puesto que en los pueblos primitivos,
los métodos anticonceptivos no existen y el aborto provoca la muerte de gran
parte de las mujeres que lo practican. La forma más sencilla de ejercer este
control es sobre los bebés, por la facilidad, la poca inversión social realizada
y porque los lazos emocionales son menores.
: La guerra es el precio pagado por las sociedades primitivas por criar hijos
cuando no se pueden permitir crear hijas. Y la guerra, a lo largo de la historia,
ha sido una estrategia de adaptación vinculada a condiciones tecnológicas, demográficas
y ecológicas específicas y no el resultado del carácter agresivo del ser humano
como se ha venido postulando.
:
: 4-El macho salvaje.
: El infanticidio femenino,
practicado por la mayoría de sociedades primitivas, es una demostración de la
supremacía del varón. La principal forma de adaptación humana es la cultural,
no la biológica, por lo cual en la especie humana las diferencias físicas no
son significativas. En las sociedades humanas, el dominio sexual depende del
control de la tecnología de la defensa y la agresión. Las mujeres controlan
la crianza, y a través de ella pueden modificar cualquier estilo de vida que
las amenace. Pero este control sólo pueden ejercerlo sobre los varones de su
propio grupo, no con el enemigo, por este motivo las mujeres se ven obligadas
a criar varones feroces en contextos de guerras continuas. Este fenómeno se
conoce como “ amplificación de la desviación”, cuanto más feroces son los varones,
más guerras se producen, y más se necesitan varones feroces. A la vez aumenta
la agresividad sexual, la explotación de las mujeres y la poliginia. La poliginia
provoca un déficit de mujeres, aumenta el nivel de frustración de los hombres
jóvenes y potencia los motivos para ir a la guerra. Llevado al clímax las mujeres
son despreciadas y matadas en la infancia y se emprenden guerras para capturar
mujeres y poder criar hombres agresivos.
: Un ejemplo de este estilo de vida serían los indios Yanomamo que habitan en
la frontera entre Brasil y Venezuela. Esta es una de las sociedades más agresiva,
belicosa y orientada hacia el hombre que existen en el mundo. Tanto los varones
como las hembras adultas tienen el cuerpo recubierto de cicatrices y magulladuras,
en las mujeres provocadas en la mayoría de casos por las agresiones de sus maridos.
Todos los hombres abusan físicamente de sus mujeres e incluso pueden llegar
a matarlas. Muchas veces se desencadena violencia contra las mujeres sin que
medie provocación y, frecuentemente, son chivos expiatorios de los conflictos
entre hombres. Esta violencia está relacionada con la necesidad de los hombres
Yanomamo de demostrar que son capaces de matar. Los varones detentan también
el monopolio de las drogas alucinógenas, que les proporcionan visiones sobrenaturales
y les ayudan a superar el miedo y el dolor ante los constantes enfrentamientos,
no sólo entre grupos, sino entre miembros del mismo clan, e, incluso, entre
padres y hijos.
: Los Yanomamo justifican el machismo con mitos de la creación mientras las
mujeres son tomadas como víctimas desde pequeñas, cuando no pueden devolver
los golpes a su hermano. En el matrimonio, las mujeres son intercambiadas y
esperan ser maltratadas por sus maridos, midiendo su estatus por la frecuencia
de las palizas. El síndrome machista se refleja también en los duelos entre
dos varones que intentan herirse, mediante diferentes métodos, hasta el límite
de la resistencia. Los Yanomamo están orgullosos de los recuerdos de estos duelos.
La guerra es la expresión última de su estilo de vida. No existe ninguna forma
de establecer treguas duraderas aunque se consolidan alianzas con las aldeas
vecinas perturbadas por la eterna desconfianza, los rumores maliciosos y las
traiciones constantes. El objetivo en la guerra es matar el mayor número de
hombres y capturar tantas mujeres enemigas como se pueda. Las incursiones son
incesantes.
: A pesar de que aparentemente las luchas son provocadas por la falta de mujeres,
los Yanomamo practican el infanticidio femenino, aunque no parece existir ninguna
presión demográfica. Practican una agricultura de tala y quema en continuo movimiento,
ya que hasta hace relativamente poco eran cazadores y recolectores nómadas.
Según Harris, debieron empezar a experimentar con cultivos de banana y con el
incremento de las calorías, se produjo un incremento de la población. Pero esta
alimentación es deficitaria en proteínas y lo compensan cazando pequeños animales.
: Según Harris, las continuas luchas tienen su origen en la falta de proteínas,
pues los Yanomamo se han comido los animales del bosque y conseguir caza es
cada vez más difícil. El hambre de carne parece ser un tema central en sus canciones
y su poesía. Las expediciones para conseguir caza deben alejarse cada vez más,
y cruzar aldeas vecinas, con lo cual varias aldeas entran en competencia por
un bien escaso. Ante esta situación de falta de proteínas en la dieta, a las
mujeres les interesa criar un mayor número de varones, puesto que estos son
los que aportan las proteínas, mediante la práctica de la caza, y no provocaran
un crecimiento demográfico insostenible para su hábitat. Las mujeres son la
recompensa que obtienen los hombres Yanomamo por desarrollar personalidades
belicosas.
: 5-El Potlatch.
: Ciertos pueblos ansían
la aprobación social, es el llamado impulso de prestigio. La competencia por
el prestigio es tan feroz que parece un fin en sí misma. A principios de siglo,
los científicos quedaron asombrados al descubrir tribus que practicaban un consumo
y un despilfarro sin igual. El caso más extraño era el de los amerindios del
Sur de Alaska, Columbia Británica y el Estado de Washington, quienes practicaban
el potlatch, cuyo objetivo es donar o destruir más riqueza que el rival. El
autor frente a la tendencia a considerarlo como un ritual megalómano lo considera
fruto de unas condiciones económicas y ecológicas concretas.
: Los indios Kwakiutl vivían en aldeas de casas de madera, próximas a la costa
y en medio de bosques de lluvias de cedros y abetos. Pescaban y cazaban en los
fiordos y destacaban sus aldeas clavando troncos de árboles esculpidos en la
playa. Pero sus jefes siempre estaban inseguros de su estatus, y para validar
y consolidar sus derechos a encabezar el grupo, se celebraba el potlatch ofrecido
por el jefe y sus seguidores en honor de otro jefe rival. Su fin era mostrar
que el jefe anfitrión tenía realmente derecho a su situación privilegiada en
la comunidad y era más magnánimo que su huésped mediante la donación, al jefe
rival y sus seguidores, de una gran cantidad de regalos valiosos. Los huéspedes
menospreciaban lo que recibían, y prometían dar un potlatch a cambio que repartiría
aún más regalos.
: Los preparativos exigían acumular pescado seco y fresco, aceite de pescado,
bayas, pieles, mantas y otros objetos de valor que se ordenaban en montones
ordenados, mientras el anfitrión se jactaba de lo que iba a donar. Los huéspedes
volvían con sus regalos prometiendo desquitarse. El potlatch, por tanto, generaba
un flujo incesante de prestigio y objetos de valor entre las diversas aldeas.
Según Harris, el potlatch es un festín competitivo, un mecanismo casi universal
para asegurar la producción y distribución de riqueza entre pueblos que aún
no han desarrollado una clase dirigente.
: En Melanesia y Nueva guinea se pueden observar estos festines en sus inicios,
allí encontramos a los llamados “ grandes hombres” que deben su reconocimiento
al gran número de festines que cada uno ha patrocinado durante su vida. Para
llegar a ese nivel se debe realizar un esfuerzo intensivo para acumular riqueza.
El joven que desea alcanzar este estatus empieza por aumentar el huerto que
trabajan su mujer e hijos, pide ayuda a sus amigos para pescar y aumenta su
piara de cerdos, los vecinos si presienten que va a ser un gran hombre, le ayudan
para que se acuerde de ellos cuando llegue el momento. Durante el festín se
reparten los bienes acumulados entre los aliados y el jefe se queda sólo con
los restos. Pero esta tarea no conoce descanso, el gran hombre está siempre
desarrollando los planes y preparativos de un nuevo festín, mientras son los
que menos consumen pues su recompensa es el prestigio. Como consecuencia de
su anhelo de prestigio hay más gente que trabaja y aumenta la producción en
la zona, mientras que la donación cumple la función de impedir que la fuerza
de trabajo retroceda a niveles de productividad que no ofrecen margen de seguridad
ante la crisis y sirve, además, para crear una extensa red de expectativas económicas.
Actuado como compensador de las fluctuaciones productivas anuales entre las
diferentes zonas.
: Todos estos puntos también se aplican a los kwakiutl. El potlatch actuaba
como transmisor de riqueza de las zonas más ricas a las más pobres. Esto paso
desapercibido a los primeros antropólogos que estudiaron a este pueblo, porque
era ya una cultura en vías de desaparición que había visto reducirse su población
de forma drástica mientras las riquezas aumentaban extraordinariamente con la
llegada de los europeos. El potlatch, perdiendo su sentido original, se había
convertido en la forma de atraer seguidores a los poblados semidesiertos.
: Esta forma de intercambio producida por los grandes hombres y por el potlatch
se conoce como redistribución y consiste en reunir los esfuerzos productivos
de mucha gente para luego redistribuirlos de forma diferente. Pero mientras
los grandes hombres se quedaban las migas no ocurría lo mismo con los jefes
de los potlatchs, estos dejaban el trabajo duro para sus seguidores. Para Harris,
el siguiente paso, en la evolución social, serían los reyes hereditarios que
no realizaban ningún trabajo básico y que guardaban para sí lo mejor. Y antes
de los grande jefes, encontraríamos sistemas totalmente igualitarios en los
cuales desaparece toda ostentación competitiva. En este tipo de sociedades,
predomina el intercambio en forma de reciprocidad, un intercambio económico
entre dos individuos en el que ninguno especifica claramente qué desea ni cuándo.
Pero no es un puro regalo, subyace una expectativa de devolución. En sociedades
realmente igualitarias, es de mala educación dar las gracias, ya que o significa
que detrás del regalo hay un cálculo o que causa sorpresa la generosidad. El
regalo es algo habitual y natural.
: La reciprocidad es una forma de intercambio económico adaptada a condiciones
en que un esfuerzo productivo extra tendría un efecto negativo como son los
pueblos cazadores y recolectores
: que dependen del estado de su hábitat para sobrevivir. La donación de festines
aparece cuando es posible aumentar el esfuerzo productivo sin infligir daños
a la capacidad de sustentación del hábitat. Y esto se alcanzó cuando los animales
y plantas se domesticaron, pues un mayor esfuerzo supone un aumento de la producción.
El único problema es que la gente sólo trabaja lo justo y por ello surgió la
redistribución. Prácticamente todos los cazadores y recolectores con sistemas
sociales basados en la reciprocidad, fueron destruidos o desplazados a zonas
apartadas, por sociedades más poderosas y populosas, que aumentaban la producción
y se organizaban jerárquicamente.
: 6-El cargo Fantasma
: La espera de barcos y
aviones que traen antepasados y cargo comenzó hace mucho tiempo en Nueva Guinea
y las islas del Pacífico. En los cultos más antiguos, los pueblos de la costa
esperaban la llegada de una gran canoa, después fueron barcos de vela y en la
actualidad casas volantes. El mismo cargo se ha modernizado, antes eran cerillas
o instrumentos de acero, ahora son fábricas y acerías enteras. Los nativos,
en realidad, esperan una mejoría global de su nivel de vida, el inicio de una
época nueva donde el hombre blanco será expulsado o sometido y el trabajo abolido.
Es el inicio del cielo en la tierra. Los profetas del cargo insisten en que
la riqueza se crea en algún lejano lugar mediante medios sobrenaturales. El
proceso se inició con la llegada de los europeos, haciendo regalos a los nativos
y manteniendo su credibilidad y legitimidad sólo seguían donando regalos. Para
los nativos de Nueva Guinea, no hay nada peor que un gran hombre tacaño
: Cree Harris que el cargo era el precio de la lucha por los recursos naturales
y humanos de un continente insular, como otros pueblos que se ven amenazados
por invasores, los nativos intentaban obligar a los europeos a regresar a sus
casas. Estaba condenado al fracaso porque las fuerzas eran muy desiguales, los
nativos carecían de armas modernas y vivían en aldeas muy fragmentadas incapaces
de unirse contra el enemigo. Viendo que ese no era el camino acertado, trataron
de manipular y controlar al enemigo acercándose a sus creencias y empezó una
etapa de conversión al cristianismo y respeto a las leyes impuestas. Pero los
nativos insistían en que los europeos debían redistribuir la riqueza e interpretaban
el cristianismo a su manera. No se trataba de que no comprendieran los principios
del sistema, como creían los europeos, sino de que eran inaceptables para ellos,
pues podían ver que los grandes hombres no trabajaban mientras que para ellos
adaptarse al sistema significaba trabajar a cambio de una miseria. Los nativos
creían que tenían derecho a esa riqueza que veían pero que no disfrutaban, puesto
que la producían trabajando para el hombre blanco, y ese era el secreto que
encerraba el cargo.
: 7-El Mesías
: Los cultos cargo tienen
una gran semejanza con las primitivos creencias cristianas, en las que Jesús
también predijo la caída de los impíos, la justicia para los pobres, el final
de la miseria y del sufrimiento, la reunión con los muertos y un reino divino
nuevo. Pero los diversos culto cargo buscaban el derrocamiento de un orden político
establecido y la creación de un nuevo reino en un lugar concreto. El reino de
Jesús no era de este mundo.
: El cristianismo surgió primero entre los judíos palestinos que creían en la
venida de un salvador llamado Mesías. Los primeros seguidores de Jesús creyeron
que él era el Mesías. Todos los pueblos primitivos creían que las batallas se
ganaban con ayuda divina. David, el creador del primer imperio judío, creía
que tenía una relación divina con Yahvé y era llamado Mesías por el pueblo.
Por tanto, puede que en su origen esta palabra se refiriera a las personas que
poseían santidad o poder sagrado. Su historia de ascensión desde un nacimiento
humilde y su elevación a través de la carrera militar eran el ideal de la figura
militar-mesiánica judía. Yahvé había prometido que el reino de David perduraría,
pero se desmoronó poco después de la muerte de David. El lugar escogido para
el desarrollo de este gran imperio, constituía un pasillo militar que recorrían
los grande ejércitos de la antigüedad de los egipcios a los romanos pasando
por babilonios, sirios, persas y griegos. El gran misterio era porque no se
había cumplido la promesa de Dios y su pueblo había sido esclavizado y sometido
repetidas veces. La respuesta fue que los judíos tampoco habían cumplido su
promesa, al violar las leyes sagradas y practicar ritos impuros. Cuando estos
borraran sus pecados, serían perdonados y un nuevo Príncipe vendría a vengar
a su pueblo y construiría un imperio eterno.
: Estas profecías se realizaron en el contexto de verdaderas guerras de liberación,
contra un sistema colonialista explotador, llevadas a cabo por Mesías militares
que tenían el apoyo popular. Durante el período del imperio romano fue el estilo
de vida predominante en la zona de Palestina. El pueblo quería ver restablecido
al Mesías, porque creía que acabaría con la explotación económica y social y
castigaría a sacerdotes y terratenientes. Al principio los guerrilleros eran
considerados meros ladrones o bandidos, lestai, pero posteriormente se les aplicó
el término de zelotes, que indicaba su celo por la ley judía. Estos creían que
con la ayuda del Mesías conseguirían el derrocamiento del imperio romano y entre
los años 40 a. C. y 73 d. C. hubo como mínimo cinco líderes mesiánicos judíos,
sin incluir a Jesús ni a Juan Bautista.
: El estilo de vida militar mesiánico constituyó un fracaso adaptativo, para
Harris, pues no consiguió restaurar el reino de David y provocó la pérdida de
la integridad del Estado judío. La revolución contra Roma fue provocada por
las desigualdades del colonialismo, y la guerra se emprendió por razones prácticas
y mundanas aunque públicamente se primaran las religiosas. La revolución significa
que una población explotada debe tomar medidas desesperadas frente a las grandes
dificultades que supondrá derrocar a sus opresores. La alternativa es tan detestable
que hace que valga la pena correr riesgos. El Mesías pacífico aparece como un
hecho inexplicable, dada la fuerte penetración social que detentaba la figura
del Mesías vengador. Su aparición en el tiempo parece equivocada.
: 8-El secreto del Príncipe de la Paz
: El momento, pues, no parece
el más propicio, pero no es posible un error de cuarenta años en la cronología
convencional, aunque si podemos estar equivocados sobre el contenido de sus
enseñanzas. La solución sería que Jesús no era tan pacífico como se suele creer
y que sus enseñanzas no suponían una ruptura con la tradición judía. Es posible
que la transformación se diera después de la caída de Jerusalén, cuando los
cristianos judíos se desprendieran de los componentes político-militares originales.
La continuidad de sus enseñanzas con la tradición viene apoyada por su relación
con Juan el Bautista, que corresponde claramente al prototipo de hombre santo
errante.
: Los manuscritos de Quamran hacen difícil separar las doctrinas de Juan el
Bautista de la tradición militar-mesiánica judía. La semejanza con Jesús era
enorme. Cuando la popularidad de Jesús creció, inició su predicación en Jerusalén,
era el Mesías de una pequeña nación y su príncipe de la guerra aparentemente
inofensivo, descendiente de David. Al menos dos de sus discípulos tenían apodos
que los vinculaban con los combatientes: Simón, el zelote y Judas, Iscariote
(muy similar a sicarri, como se conocía a los homicidas del puñal que asesinaban
a romanos y colaboracionistas). Otros dos tenían apodos militares, y en los
evangelios se indica que otros discípulos llevaban espadas y opusieron resistencia
armada a la detención de Jesús. Observamos por tanto que la conciencia de estilo
de vida de Jesús y su círculo no era la de un Mesías pacífico.
: La teoría de Harris es
que, los escritores de los Evangelios cambiaron el equilibrio hacía la figura
de un Mesías pacífico. Otro hecho que llama la atención es que junto a Jesús
fueron crucificados dos lestai o bandidos zelotes, pudiendo tratarse de una
demostración romana del tipo de tratamiento que todos los que se opongan al
dominio recibirán. Además, los discípulos se mantienen alejados durante la crucifixión,
pues no pueden creer que un Mesías permitiera ser crucificado. Sólo después
de la desaparición de su cuerpo de la tumba se comprendió, y algunos discípulos
empezaron a tener visiones. Así se dijo que la muerte de Jesús demostraba que
Dios daba otra oportunidad a los judíos. Jesús volvería si la gente se arrepentía
de sus dudas y pedía perdón a Dios. Pero esto no cambio el tipo de Mesías que
se seguía esperando.
: La figura del Mesías pacífico no se perfeccionaría hasta más tarde, cuando
Pablo sentó las bases para el culto pacifista como consecuencia de la infructuosa
guerra contra Roma. Pablo predicaba entre los millones de judíos exiliados que
vivían por todo el imperio romano. Se produjeron enfrentamientos con la comunidad
de Jerusalén, que creía que Pablo beneficiaba a los no judíos y infringía las
leyes del señor. Pero hacia el año 70 d. C. la madre iglesia de Jerusalén había
perdido su predominio y las condiciones adecuadas para que se propagara el culto
de un Mesías pacífico estaban asentadas. El reino cristiano de Dios, no era
de este mundo y la salvación se encontraba en la vida eterna tras la muerte.
Los romanos quedaban absueltos de la culpa de su muerte que recaía en los judíos.
El cristianismo era la religión de los grupos étnicos desplazados pero no de
los campesinos romanos. Con la conversión de Constantino y del imperio romano
el Mesías romano presidiría la muerte de millones de soldados cristianos y de
sus enemigos.
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: 9-Escobas y Aquelarres
: Unas 500.000 personas
fueran declaradas culpables de brujería y murieron en la hoguera entre los siglos
XV y XVII en Europa. En primer lugar, se plantea el problema de porque alguien
debería creer en brujas que volaban por los aires y, en segundo lugar, porque
esta noción llegó a ser tan popular durante los siglos XVI y XVII. Aunque existe
un gran número de confesiones, estas se obtenían mediante tortura, obligando
además a confesar el nombre de otras personas presentes en el aquelarre. Como
recompensa por su cooperación las brujas podían aspirar a ser estranguladas
antes de la hoguera. Toda confesión arrancada bajo tortura tenía que ser confirmada
antes de que se dictara sentencia.
: Prácticamente todas las sociedades del mundo tienen algún concepto sobre la
brujería, pero el caso europeo fue más feroz, duró más y causo más víctimas
que cualquier otro. Incluso en Europa sólo se empleó la tortura después del
año 1480. Antes del año 1000, nadie era ejecutado si algún vecino decía haberle
visto con un diablo, aunque las gentes se acusaban entre sí y existía mucha
especulación. Pero las autoridades estaban poco interesadas en realizar un caza
sistemática de brujas. En un principio la iglesia negaba la existencia de brujas
que volaban, después de 1480 se prohibió creer que no ocurría.
: La iglesia autorizó por primera vez el empleo de la tortura contra las asociaciones
eclesiásticas ilícitas como los cátaros. Para combatir estos movimientos subversivos
la iglesia creó la inquisición, un poder paramilitar encargado de vigilar la
herejía. La brujería seguía siendo un crimen pero no una elegía, aunque con
el paso del tiempo los inquisidores se preocuparon cada vez más por la brujería.
Alegaban que se había desarrollado un tipo de bruja que podía volar. En 1488
Roma autorizó a los inquisidores a actuar contra las brujas. La brujería era
acusada de provocar todas las desgracias inimaginables, muerte de niños, enfermedades,
esterilidad, locura…
: Se ha demostrado que las brujas europeas se asociaban con el empleo de ungüentos
mágicos. Los sujetos caían en un profundo sueño y al despertar decían que habían
estado en un largo viaje. Se cree que el alucinógeno activo en los ungüentos
era la atropina, un poderoso alcaloide que produce la mandrágora, el beleño
y la belladona. El rasgo más destacable de la atropina es que se absorbe a través
de la piel. La mayor parte de los aquelarres verdaderos explicaban experiencias
alucinógenas mediante la aplicación previa del ungüento. Pero persiste el enigma
de porque tuvieron que morir 500.000 personas por crímenes cometidos en los
sueños de otra persona.
: 10-La gran locura de las brujas.
: Los levantamientos de
índole militar-mesiánica eran tan corrientes en la Europa de los siglos XIII
al XVII como lo habían sido en Palestina. Los brotes de fervor se dirigían contra
el monopolio de la riqueza y el poder que regentaban las clases gobernantes.
Para Harris, la locura de la brujería fue creada y sostenida por las clases
gobernantes como medio de suprimir esta ola de mesianismo cristiano. No es casualidad
que la brujería empezara su auge coincidiendo con molestas protestas mesiánicas
contra las injusticias sociales y económicas. El ocaso del feudalismo y el nacimiento
de las monarquías nacionales fuertes fue un periodo de gran tensión para el
pueblo europeo. El desarrollo económico obligó a cambiar el modo de hacer de
los burgueses con respecto a sus subordinados, dejando a un lado el sistema
paternalista para pasar a otro donde primaba la optimización de recursos. El
principal teórico del mesianismo de la Europa occidental fue Joaquín de Fiore,
cuyo sistema profético ha sido calificado por el historiador Norman Cohn como
“el más influyente de los conocidos en Europa hasta la aparición del marxismo”.
: La interacción entre los intereses esencialmente conservadores, pero enfrentados,
de la iglesia y el Estado, y la amenaza de una revolución radical de las clases
bajas acercaron a Europa cada vez más a la Reforma protestante. Se puede observar
como se realizó este proceso con el movimiento de los husitas de la bohemia
del siglo XV.
: ¿Hay una explicación práctica del desarrollo paralelo de la protesta social
mesiánica y la locura de la brujería?. Un punto de vista convencional consiste
en que la propia brujería constituía una forma de protesta social. Según el
profesor Jeffrey Burton Russell, experto en la historia de la disensión medieval,
la brujería, el misticismo, los flagelantes y la herejía popular corresponden
todos a la misma categoría. Pues constituyen formas de rechazo, en mayor o menor
medida de la estructura institucional dominante, pues esta se considera injusta
y opresiva para las clases populares. No está de acuerdo el autor con esta teoría.
: Para comprender la locura de las brujas en la Europa moderna, dice Harris,
debemos estar dispuestos a identificar una especie de realidad que es al propio
tiempo distinta y opuesta a la conciencia de estilo de vida de las brujas y
de los inquisidores. Según el profesor Russell, bastaba con que el clero y la
nobleza creyeran que la brujería era peligrosa y subversiva. La manera de comprender
la causa de la manía de las brujas es examinar sus resultados terrenales en
lugar de sus intenciones celestiales. El resultado principal del sistema de
caza de brujas consistió en que los pobres llegaron a creer que eran víctimas
de brujas y diablos en vez de príncipes y papas. De esta forma se desvió la
atención de la mayoría de la población hacia otros asuntos dejando a los poderosos
que ejercieran libremente su dominio. Es más, gracias a ellos se estaba persiguiendo
y controlando la brujería para bien de ese pueblo, que a cambio debía sentirse
agradecido y someterse tranquilamente a las demandas de la Iglesia y de su señor.
: Para Harris, se trató por tanto de un hecho deliberado, que no buscaba sino
provocar un temor en la población y un recelo hacia los demás que por un lado
impidiera su asociación contra los poderes institucionales y de otro, les dotara
de una posición dominante. Un dominio que ya no se ejercía mediante la imposición
o el temor al señor o al cura, sino a través de la protección que brindaban
frente a los poderes invisibles pero omnipresentes de la brujería. O frente
al temor de ser señalados como parte de ese ejército de brujos que sobrevolaban
Europa con sus escobas.
: 11-El retorno de las brujas.
: El retorno de las brujas
no es un simple capricho inescrutable. La moderna reaparición de la brujería
tiene puntos claros de similitud con la locura medieval. Hay muchas e importantes
diferencias. Se admira a la bruja moderna mientras se teme a la bruja de antaño.
Nadie en la contracultura quiere quemar a otro por creer o no creer en las brujas.
: Como su predecesor medieval, nuestra manía actual de las brujas embota y confunde
a las fuerzas de la disensión. Como el resto de la contracultura, pospone el
desarrollo de un conjunto racional de compromisos políticos. Y ésta es la razón
por la que es tan popular entre los grupos más opulentos de nuestra población.
Permite que la gente en general vuelva a creer en fuerzas sobrenaturales que
rigen nuestras vidas y que nos impiden centrarnos en los aspectos materiales
y racionales de nuestra vida. Ésta es la razón por la que ha vuelto la bruja.
: Valoración personal
: Considero que el libro
supone una importante aportación para la comprensión de las razones prácticas
que se encuentran tras modelos sociales en principio irracionales. Aún cuando
las explicaciones que ofrece pueden no ser las acertadas y se puedan hacer consideraciones
a sus interpretaciones, - como por ejemplo, la evolución de los sistemas sociales
que plantea, es excesivamente lineal y evolucionista como si los diferentes
estadios sociales humanos fueran una simple escalera en la que se van ascendiendo
peldaños. Este hecho es muy discutible.- suponen un punto de partida para avanzar
en la comprensión del género humano y de los diversos sistemas culturales y
sociales. Cualquier pregunta es en si misma un avance hacia el conocimiento,
pues como los niños que empiezan a plantearse todo lo que ven, cuanto más reflexionamos,
más dudas nos ofrecen los hechos, y esta es la única vía válida hacia el conocimiento.
: Harris acierta al considerar la ignorancia de la diversidad cultura como una
de las grandes trabas al avance de las ciencias sociales. Estamos tan inmersos
en nuestras propias formas culturales que olvidamos que existen y ha existido
gran diversidad de modelos sociales a lo largo de la historia humana. Este hecho
ha provocado que durante siglos los sistemas sociales aparecieran como inexplicables,
enigmáticos o simplemente ridículos a ojos de los observadores occidentales
que acudía a conocer las culturas primitivas de África, Asia o Oceanía. El sistema
educativo debería tener en cuenta esta faceta de la cultura como esencia para
evitar posiciones xenófobas o excesivamente etnocentristas.
: La investigación social en vez de centrarse en la búsqueda de estas explicaciones,
que el autor propone, se ha centrado en la recolección de datos y la observación
de las costumbres de estos pueblos. Esta observación es básica y necesaria para
el conocimiento de estas sociedades pero la interpretación de estos datos es
crucial. Crucial para avanzar en la comprensión de nosotros mismos y de la diversidad
existente y crucial que sea transmitida a través de la educación para que una
mayor comprensión de otras culturas conduzca a una mayor colaboración y respeto
entre ellas. Considero que el conocimiento del abanico de sociedades que conviven
actualmente en nuestro mundo debería incluirse con mayor profundidad entre las
asignaturas de estudio.
: El mundo que vemos cada día nos hizo pensar durante siglos que la tierra era
plana y sólo el conocimiento nos permitió descubrir que la tierra tiene una
forma redondeada y que en ella conviven gran cantidad de culturas con formas
de interpretar la vida muy diferentes. Así vivimos tan inmersos en nuestros
propios mundos - culturales y sociales-- que olvidamos que existen otros, que
existen alternativas a nuestro sistema de vida. Y esta ignorancia, estoy de
acuerdo con el autor, nos impide madurar como sociedad. Cualquier intento de
borrar esos límites tan marcados en los que vivimos me parece un paso adelante
y por tanto creo que el libro de Harris es una buena herramienta para empezar
a plantearse algunas preguntas esenciales sobre el ser humano y sus creaciones
culturales.
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