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El Conflicto: La realización del deseo


por Víctor Cáceres

 

 Como considerar el comienzo de un siglo con una guerra y con la presencia avasalladora, en los medios de comunicación, de grupos “pacifistas” (las comillas son mías), contrarios a ella?. Quien dispara primero?.  

    Soy el que tira la primera piedra.

     Es un lugar común, creer que estamos gobernados por una casta de autoritarios, dementes, ambiciosos y cual adjetivo corresponda a una actitud que supere alguna medida del mandato otorgado o auto- otorgado por parte de los gobernados.

    Entiendo, de la misma manera, que esto es igualmente ridículo, que pensar, que los pueblos (aunque este termino este en desuso), tienen el gobierno que se merecen.

     La guerra según se conoce, no tiene vencedores ni vencidos, claro que esto desde un lugar humanitario que mantiene la ilusión de proclamar la igualdad de la raza humana y hasta de algunos animales domésticos de este lado del mundo; la igualdad, en definitiva, de usted y su vecino.

     Es aquella homogeneización de individuos que sugiere la declaración de los derechos de hombre que poco tiene que ver con aquel a quien intenta disciplinar a escala mundial. Si comenzamos a reconocer la instancia de igualdad en el globo, tal vez nos permita ubicar el pensamiento de “algunos”; al autodefinirse como reguladores de esa instancia, por necesidad del resto y capacidad propia, mas allá de un actual desacuerdo en la forma de hacer cumplir esa igualdad. Que así sea?.

     Lo concreto, y no lo único concreto, es que pacifistas y guerreros, juegan el mismo juego, la misma guerra, por decirlo de alguna manera. Qué es la paz y la guerra?. Qué es un Estado en paz y un Estado en guerra?. Qué es un estado de paz y un estado de guerra?. Paz&Guerra.

     Me arriesgo a pensar en algo similar al pulso de una sociedad, no a opuestos moralizantes, no a binarismos absolutos. Pienso en ánimos societales, asociaciones, aleaciones, confluencias anímicas, donde los términos de “paz&guerra”, se unen para determinar una presencia concreta. Presencia concreta que nos lleva a la imagen del guerrero, marine, soldado, terrorista, pacifista; todos juntos en una suerte de deporte mundial, incluso con mas aficionados que el fútbol, que sostienen una particular función dentro del plano escénico, pero que ninguno propone su anulación o esterilidad, como respuesta positiva para contrariar el animo social; por el contrario, estos confirman y reafirman las confluencias anímicas que permiten sostener esta “paz&guerra”.

     Algunos lo verán por TV y en este momento donde se unifica la paz y la guerra, la televisión tiene una virtud que corresponde casi exclusivamente al estreno de este siglo, tal es la condición de ser la tierra el escenario y sus entrañas el botín del juego. Tuvimos guerras separatistas, santas, mundiales (de los que se creían dueños del mundo), por el contrario, esta instancia es un animo global, un animo-igual o un mismo animo que se encuentra globalizado.

Desmitificacion de la relación opuesta que se propuso establecer entre la paz y la guerra.

     No puede ser paz porque el estado anímico individual, por lo menos no esta cómodo y en muchos casos esta amenazado. No amenazado por otro individualizado sino por la consistencia anímica de la sociedad global que en este instante histórico propone conjugar esa paz&guerra. Pensar un termino para este animo social, no es y no será tarea sencilla.

     No puede ser guerra porque no se conoce al adversario, casi se podría juzgar que el resto es un solo adversario, con el riesgo que significaría decir “el resto”. Mas aun, se conoce algo adverso se desconoce el adversario. Se siente la adversidad que va ha configurar el animo societal; que va ha dar homogeneidad e igualdad a esa consistencia anímica. Es un equilibrio que se realiza en un plano molar y que difícilmente comprendamos molecularmente. Ese algo adverso, difuso, empañado, borroso, miopía que nos ha globalizado; es lo que en definitiva nos participa.

     Esta condición anímica nos pone en evidencia del terror que produce lo desconocido; desconocer quien es nuestro adversario y no conocer enemigo de quien somos.

     El ánimos de la sociedad global frente al estado de paz&guerra, un estado de conflicto generalizador, esta instalado y no se necesita ni un misil, ni una marcha, pues nada mas sirven para confirmar determinadas intensidades de flujos de placeres que no pueden presentarse bajo otras energías y que al mismo tiempo no representan una búsqueda de comodidad que discursivamente se proclama, sino placentera satisfacción que representa la realización del deseo.

     El vinculo entre la paz y la guerra no se refiere a su condición de opuestos sino a la filiación necesaria que entiende la existencia del otro que nace y muere en él mismo, pero se justifica en el movimiento que incluye el instante de cruzamiento, apareamiento y confluencias con el otro y al mismo tiempo reafirma con él, la unidad que lleva a la consistencia anímica que une a los individuos, no en torno a uno u otro, sino en el concierto que genera el instante de cruzamiento que produce el momento histórico actual, que implica la negación de la paz y de la guerra. No es un momento de síntesis que lleva a un conflicto; sino fielmente lo contrario, es decir, una armonía que se da en el movimiento mismo que ambas ideas generan y se cristaliza en cada cartel de “no a la guerra”, y en cada marine que se apresta a subir al barco.

 

Víctor Cáceres
vhuca@yahoo.com.ar


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