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Semblanza Santiagueña a 450 por Guillermo José Tagliotti (Revisión Abril 2005)

Continuación

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Hacha y quebracho

Los fastos cuatricentenarios -postergados un mes por el fallecimiento de la compañera Evita- sirvieron de telón a un paisaje nativo esquilmado sin rédito sustentable para sus antiguos moradores, independientemente que el “gobernador obrero”, Francisco Javier Gonzáles (*) , haya hecho desfilar por la Yrigoyen a unos cinco mil trabajadores normados (hacheros y peones rurales, privados y dependientes del Estado) .

Por más afinado que sonase el “canto de las hachas”, rota la armonía con el reino animal y el vegetal (carbonizada la montuosa morada de Telésfora Castillo), paisanos desposeídos o envilecidos descargarían su resentimiento contra el remanente boscoso de la explotación “foránea” y extranjera. Recursos no renovables (porque no se los renuevan) concesionados por licenciosos mandatarios a grupos de privilegio locales, palaciegos chupamieles y delegados políticos, que hacharían dentro mismo del égido urbano de polvorientas poblaciones del interior...

“ ¡ Oro rojo ! ¡ Sangre nuestra !

¡ Sangre de mi tierra herida !

Orfebres manos morenas

te tallarán sus desdichas.

Manos que no son culpables,

hachas sin alma homicida ”

(«Romance al quebracho», Alfonso Nassif)

 

Un Santiago enfiestado, preñado de invocaciones y advocaciones, ratificó su tendencia a santificar la pobreza, otorgándole valía de prueba de cristiandad. En iglesias distantes levaba el fermento tercermundista misionado a modificar las causales de precariedad popularizada en situación de sectorizada y concentrada abundancia nacional. La impronta antipopular impuesta por el despotismo económico compatriota subsidiario de la dominancia externa afín (al tiempo, los E.E.U.U.), a poco extendería su militarizada y represiva férula sobre el desprevenido y ebulliciente Cono Sur.

(*) Gonzáles, que más tarde fallecería en cárcel de la “Libertadora”, provincializó el Banco Provincia (en 1995, después de negarlo preelectoralmente, lo reprivatizaría Carlos Arturo Juárez, un íntimo enemigo de Gonzáles), organizó y habilitó los Tribunales del Trabajo y creó la Caja de Ahorro y Previsión Social de la Provincia , además de construir la Terminal de Omnibus que malsubsiste a la fecha.

Tren perdido

Si Santiago -como Provincia (*) - perdió el tren del desarrollo nacional que locomocionó en venturosos pasajes, proveyendo productos, durmientes y especialmente tesoneros brazos, no se debió a la calidad de su primaria base poblacional, ni a la alumbrada desde el fecundo vientre del mestizaje (7) , ni al tórrido clima, ni a la lógica siesta, ni a la gratuita bendición maderera del algarrobo (el árbol del pan-patay y del vino-aloja ), ni a la maravilla alimenticia de la mazamorra, ni a las templadas cuerdas de gargantas y guitarras, ni a las subyugantes noches estrelladas... (**)

Cual fundamentara Jauretche, el cabecita negra (músculo de la nacionalidad) poco debió envidiarle al inmigrante europeo , como no fuese la oportunidad del “gringo” de formarse en un medio innovador e irreverente ante el dogma, donde el feudalismo y el señorío habían sido moderados por los príncipes del Renacimiento, y el arte y el oficio eran vehículos de ascenso social. Bien diferenciado del resto de los norteños, el santiagueño naturalmente es donde se ofrezca o donde lo pongan; extramuros emerge hacedor desde el profundo sustrato que lo nutre. Lo demás son “zonceras argentinas”...

La noticiada entente letrada, burócrata y altoburguesa -en versión pluritemporal- ha sido consciente de las causas profundas del relegamiento imperecedero del otro santiagueño -“del pobrerío”, sintetizaría Yupanqui- (***) Se conoce por qué debieron dejar el pago cientos de miles de autoexiliados -y no tanto (****) - tras la dilapidación de abundantes recursos y de oportunidades para promover la agroindustria y la manufactura, reeditando primicias de antaño. Se fueron laboralmente explotados o afectados por crítica carencia de agua potable, cruel limitación extendida a nuestros días (8) .

(*) En los albores del siglo XX , en la Memoria Contable de corporaciones europeas se mencionaba “la riquísima provincia de Santiago del Estero”. Hoy está a la cola, junto a Formosa, de la tabla nacional de posiciones.

(**) Involución : Julio A. Roca y Nicolás Avellaneda, tal vez guardando inquina por la fallida “república del Tucumán” que los santiagueños le aguaron a los tucumanos en la batalla de Vinará, discrecionalizando rutas y vías férreas y subsidiando la industria azucarera tucumana (hasta quebrar la santiagueña) desde el poder nacional le jugaron en contra a Santiago, y sin embargo gozan de céntricas e inmerecidas distinciones viales en la Madre de Ciudades. La venganza tucumana posmoderna es haber contaminado a full el embalse de Río Hondo y en cualquier momento ase espera que Santiago eriga un monumento al ingenio más contaminante. Pero los principales factores internos que detuvieron el crecimiento e inhibieron la potencialidad de Santiago se asentaron en la concentración de la renta y la “eyección” de valiosos recursos humanos, la fuga de ahorros hacia otras jurisdicciones, una economía en general cerrada en término de intercambio y exportaciones, el sobredimensionamiento clientelar del sector público y una poco eficiente asignación de los gastos corrientes y de las inversiones del Estado. Entre 1945 y 1980 la población creció menos del 30 %, el P.B. creció un 110 %, el gasto público se incrementó un 1000 % y la producción provincial pasó de significar un 1,50% de la del país al 1,00 %, y del 18,50 % de la del NOA al 15,00%. A todo esto se sumó una asimétrica distribución de los ingresos, ya que el 20 % más rico se queda con el 48%, y el 40% más pobre con el 15%, exhibiendo obscenas concentraciones de riqueza - en gran parte provenientes de “negocios” con el Estado.- contrapuestas a indignos bolsones de miseria . Características distintivas de regiones subdesarrolladas, donde la “emergencia social” adquiere cronicidad y permanencia, y las fortunas particulares desligadas de la productividad proporciones alarmantes (los porcentajes estadísticos consignados han sido obtenidos comparando distintos estudios realizados al efecto)

(***) “Frente a las causas que generan la miseria, la tristeza y el infortunio social de los pueblos, los microbios, como causa de enfermedades, son unas pobres causas”, Ramón Carrillo, Premio Nacional de Ciencias 1937.

(****) Entre otras causales perentorias, persecuciones políticas con derivaciones policíacas y judiciales provocaron exilios forzosos.

 

Disgregación y decadencia

La primera disgregación y desculturización de factura colonial ocurrió con los habitantes del incanato derivados por los conquistadores a la exprimidora (de vidas) actividad minera y otras no menos gravosas para la salud física y mental y las buenas costumbres adquiridas de los nativos. Lo patentiza Eduardo Galeano en «Las venas abiertas de América Latina» : “En la alquimia colonial y neocolonial el oro se convierte en chatarra y los alimentos en veneno. Potosí, Guanajuato, Zacatecas y Ouro Preto cayeron en picada desde la cumbre de los esplendores de los metales preciosos al profundo agujero de los socavones vacíos, y la ruina fue el destino de la pampa chilena del salitre y de la selva amazónica del caucho, del nordeste azucarero del Brasil, de los bosques argentinos del quebracho y de pueblos petroleros del lago de Maracaibo”

En Santiago el obraje trashumante alejó a los changuitos de la escuela, trocando el consumo de mazamorra con leche y miel por el de mate cocido lavado y picadillo de frigorífico; el provisto cerco doméstico fue suplido por la carera proveeduría obrajera, y la tertulia familiar por el enviciante boliche. Paradógicamente, y en general, el hachero de brazos vigorosos era un “hombre feliz” mientras labraba la ruina de su descendencia. Con victorioso alarido coronaba la bochornosa caída de los colosos del monte...

Para empezar a comprender el periodo de decadencia santiagueña (en cultura productiva, salud e instrucción pública), resultan aleccionadores los versos del bellísimo poema “Digo, la mazamorra”, de Antonio Esteban Agüero, poeta de «San Luis de los venados de la sierra». De su glosa algunos podrán inferir el daño transgeneracional causado por el “cambio de dieta”, usos y costumbres a miriadas de habitantes del Gran Chaco empleados en la peregrina extracción maderera.

 

Digo, la mazamorra

 

La mazamorra, ¿sabes ?...es el pan de los pobres,

la leche de las madres con los senos vacíos

Yo le beso las manos al inca Viracocha

porque inventó el maíz y enseño su cultivo

 

Sobre una artesa viene para unir la familia

saludada por viejos, festejada por niños...

Allá donde las cabras remontan el silencio

y el hambre es una nube con las alas de trigo

 

Todo es hermoso en ella...la mazorca madura

que desgranan en noches de viento campesino

el mortero y la moza con trenzas sobre el hombro

que entre los granos mezcla rubores y suspiros

 

Si la quieres perfecta busca un cuenco de barro

y espésala con leves ademanes prolijos

del mecedor cortado de ramas de la higuera

que en el patio da sombra a venteveos e higos...

 

Y agrégale una pizca de ceniza de jume

la planta que resume los desiertos salinos

y deja que la llama le trasmita su fuerza

hasta que asuma un tinte levemente ambarino

 

Cuando la comes, sientes que el pueblo te acompaña

a lo largo de valles, por recodos de ríos...

La mazamorra dulce es el pan de los pobres

y leche de las madres con los senos vacíos

 

El pueblo te acompaña cada vez que la comes,

llega a tu lado, sabes, se te pone al oído...

y te murmura voces que suben a tu sangre

para romper la niebla del mortal egoísmo.

 

Cuando la comes sientes que la tierra es tu madre,

mas que la anciana triste que espera en el camino

tu regreso del campo, es madre de tu madre...

su rostro es una piedra trabajada por siglos

 

Las ciudades ignoran su gusto americano

y muchos ni conocen su sabor argentino

pero ella será siempre lo que fue para el Inca

nodriza de los pueblos en el páramo andino

 

La noche en que fusilen canciones y poetas

por haber traicionado, por haber corrompido,

la música y el polen, los pájaros y el fuego...

quizá a mi me salven estos versos que digo.

 

EGO TE ABSOLVO, don Antonio Agüero : la Patria Indoamericana (y aún la Gringa cultivadora del surco, industriosa y metalúrgica) te absuelve en razón de la magnificencia esencial de los versos de “Digo...”, rescatados por Alfonso Nassif y grabados, hecho canción, por Mercedes Sosa. Firmado : “María”, Juan Calchaquí, Túpac Amaru, José de San Martín, Simón Bolívar, Chacho Peñaloza, Felipe Varela, José Gervasio de Artigas, Comunidades Indígenas, Francisco Netri, Esteban Piacenza (...siguen las firmas).

 

 

Tren abordado

Partieron desde el campo privados de montes acogedores y fértiles humedales por cuenta de empresas extractoras foráneas asesoradas por “estudios” santiagueños, apañados terratenientes e invasivos “colonizadores” locales y, últimamente, empoderados “empresarios” con conexiones mafiosas. Salvo algunas antiguas, otras modernas y posmodernas excepciones, doctos y leídos hermanos santiagueños dedicados a la partidocracia de salón y a las peñas folklóricas bien regadas, no se ocuparon lo suficiente en ilustrar a legos hermanos pobladores del campo -con precedentes nativistas- sobre sus derechos a la tenencia de la tierra y a la holgada prescripción veinteañal; por omisión o comisión más bien contribuyeron a despojarlos de la posesión familiar y comunitaria (*) .

Valiosos comprovincianos levantaron vuelo desde pueblos y ciudades donde no encontraron, ni pudieron ensamblar, un marco apto a sus iniciativas o una dependencia que no implicase empeñar el libre albedrío o amoldarse a la chatura improductiva (**) . Gran parte de los que conchabados migraron a levantar todas las cosechas todas (***) de la “Argentina Granero del Mundo” (****) , y de los que lo hicieron en busca de trabajo permanente o empleo digno, jamás retornaron.

(*) Misionado al sudeste santiagueño a fines de los setenta, el sacerdote palotino Roberto Killmate irritó al obispado de Añatuya, regido por el ultramontano Jorge Gottau, cuando alertó a los campesinos de Los Juries (Dpto. Gral. Taboada) sobre sus derechos adquiridos sobre las tierras que ocupaban por generaciones. Además de la Federación Agraria Argentina, la única asociación agropecuaria santiagueña que apoyó al incipiente Movimiento Campesino de Los Juríes fue la Asociación de Productores Agropecuarios de Robles (A.P.A.R), presidida por don Raúl Oscar Farré. A Gottau lo sucedería el fascista Antonio Baseotto, quién aconsejó a los empobrecidos campesinos de la diócesis ( “esos vagos que no quieren trabajar ”) que recolectasen algarroba para sustentarse. Antijudaico por ortodoxia católica, desde su micro televisivo emitido por Canal 7 (entre los años setenta y ochenta) supo manifestar “Los judíos, esa raza maldita” , pretendiendo malamente emular a Jesucristo en el calificativo a sus contemporáneos fariseos, cuando los expulsó del templo : “Serpientes, generación de víboras, hijos del diablo” . Consecuentemente, la primera línea del «Libro del buen amor» del arcipreste de Hita, hace alusión a los semitas : “Señor Dios, que a los jodíos, pueblo de perdición, sacaste del captivo poder de Faraón”

(**) A fuer de sincero, a unos cuantos de los santiagueños que se quedaron, por más quichuismo que afecten, no los contiene el enaltecedor apotegma incaico : “Ama sua, ama llulla, ama ckquella” ( “Ni ladrón, ni metiroso, ni haragán” ).

(***) Ni vagos ni mal entretenidos; probablemente los mejores trabajadores a destajo (“por tanto”) que ha proveído la “Argentina Subdesarrollada” a la “Argentina Potencia”.

(****) A principios del tercer milenio la Argentina agriculturizada , de dudosa sustentabilidad a futuro, produce alimentos suficientes para cuatrocientos cincuenta millones de personas. Escandalosamente, sobre casi cuarenta millones de habitantes contiene a cinco millones de desnutridos y a otros cinco millones de indigentes y malcomidos. Santiago padece un alto porcentaje de ésta vergüenza nacional.

Penetraciones, interrupciones y consentimientos

A fines del S XIX la traza ubícuamente exaccionaria del ferrocarril Mitre dejaría de lado relevantes centros urbanos como Salavina y Atamishqui, cultivadas y florecidas regiones de mozos vigorosos y recatadas donosas (*) ; familias principales de la mítica «cuna de la chacarera» se trasladarían a Córdoba y a Santiago Capital. En zonas netamente forestales la penetración de los rieles (ferrocarril Belgrano, Central Argentino) abriría las puertas a la usurpación de tierras fiscales, la tala irracional y el despoblamiento integral del bosque. Desvíos naturales de cauces fluviales y la regulación artificial aguas arriba del Dulce (Río Hondo) obrarían en pro y en contra, auspiciando y afectando procesos de desarrollo; por un lado el crecimiento de nuevas zonas de regadío y generación de riqueza; por otro el achicamiento productivo con marcados desniveles socioeconómicos y su correlato de empobrecimiento y desarragio (**) .

La generalidad residente, adscrita por uno u otro costado al presupuesto público, optó por consentir la enajenación del patrimonio ancestral (***) y el agraviante destierro del “hermano”, contemporizando con la mediocridad y la sujeción que aseguran lugar o facilitan relieve...De vez en vez un golpe palaciego, una sedición, revueltas a la carta, un crimen conmocionante o una intervención Federal fogoneada desde dentro (****) , acto seguido repelida desde la celosa “santiagueñidad avasallada” .

(*) Entre otras, las renombradas “bellas de Juanillo”, población cercana a Atamishqui.

(**) En el siglo XIX Salavina contaba con cuatro pianos cuando en Santiago había uno solo y desvencijado. Hoy los departamentos Salavina, Atamishqui y Quebrachos, desarrollados a partir de la antigua cultura agropecuaria del bañado, se encuentran muy rezagados con respecto a Capital, Banda y Robles . , beneficiados por la regulación del Dulce obrada en Río Hondo (1958) y por la labor desarrollista de la Corporación del Río Dulce, creada durante el gobierno radical de Benjamín Zavalía (1963-66, electo con el peronismo proscripto por un gobierno cívico-militar de facto, y destituido por otro gobierno cívico-militar de facto). El abogado Manuel Alberto Díaz estuvo al frente del ministerio de Gobierno y fue el motorizador de la primera Comisión del Río Dulce.

(***) En la actualidad la permisividad se acomoda a la repartija de la coparticipación Federal.

(****) Múltiples intervenciones federales aunadas a una cíclica inclinación piromaníaca, probablemente derivada de la antigua práctica católica de exorcizar demonios incinerando libros, códices, edificios, personas y deidades paganas (...incluida la Telesita ).

Estallidos y frustraciones

El “natural transcurrir” provinciano de cuando en cuando absorbería la recurrencia de un “estallido” prestamente agotado en los sectorizados y coyunturales objetivos de los agitadores (*) , la esporádica adhesión de ingenuos y pícaros levantiscos y el gatopardismo de sempiternos digitadores de la «torta pública» : muerto el doctor, ¡ viva el doctor !

Soliviados por la «conciencia de clase» insuflada por el Mayo francés en los libertarios sesenta, un ramillete de instruidos laicos y confesionales saldrían a escena con temerario ímpetu de reivindicación proletaria, “pretendiendo injertar doctrinas extrañas a nuestra formación occidental y cristiana“ (anatema del confesional y terrorista Proceso de Reorganización Nacional ) , accionar ideológico, guerrillero y terrorista atrozmente aniquilado (9) . Una camada altruista y cívicamente prometedora de aquella generación fue tronchada en flor (**) . Otra, condenada al exilio. Padecerían, Santiago y la Nación un oscurantismo medieval, un cerrojo institucional y un luto perenne, honduras temporales de las que cuesta emerger sólo con Democracia, y sin Verdad y sin Justicia.

Y cuando a Santiago le tocó en suerte un obispo qué, dentro de los topes de la empresa Católica (***) conmovería el statu quo blandiendo el «Evangelio según Jesucristo» sobre las testas de posmodernos fariseos y apóstatas de ententes fenicias y aún del establishment católico (****) , la fatalidad (...) coartaría su injerente apostolado, suprimiendo garantías, aventando discípulos y diluyendo el compromiso cristiano de endebles y oportunistas referentes sociales y políticos (11) .

(*) La inconsecuencia del «Santiagueñazo» qué, montado en un hartazgo generalizado por la ineficiencia gubernativa y la corrupción imperante, demostró a las claras que una reversión de las prácticas antirrepublicanas no puede depender de la normalización del pago de los salarios públicos. Ergo, del sector público.

(**) Estremece pensar que los torquemada de uniforme militar, flanqueados por absolventes purpurados y civiles confabulados, hayan sabido seleccionar a quién aniquilar.

(***) La primera trasnacional en desplegar un proyecto globalizador es maestra en demorar rectificaciones, posponer mea culpas y repeler auditorías ( ¿ quién audita las inversiones financieras vaticanas, el destino de lo recaudado por Caritas o tan siquiera el borderó de Mailín?). Una investigación reciente, aprobada por la Congregación para la Doctrina de la Fe , a cargo del cardenal alemán Josehp Ratzinger, demuestra que no fueron tantos los ejecutados por la Inquisición como pretende probar el revisionismo “agnóstico y amarillista” que inició en América el “fabulador” testigo presencial Bartolomé de las Casas. En el magnificente Auto de Fe concelebrado en la Plaza Mayor de Madrid el 30 de junio de 1680, los reos ejecutados (hipócritas, supersticiosas, hechiceras, sacerdotes casados, todos confesos) no habrían sido 118 sino 84, y tal vez dos o tres menos que pudieron escaparse por voluntad Divina. La progresista Congregación del prefecto Ratzinger es la misma que convalidó el mercantilista reemplazo de deudas por ofensas en el Padre Nuestro. El “paga Dios” no va más, con el Capital no se juega.

(****) Sintiéndose aludido, el catoliquísimo diario El Liberal excluyó al obispo de sus páginas. En el caso de la renuente Asociación Civil de la Universidad Católica de Santiago del Estero (Acucse), Sueldo -que tuvo la franqueza de reconocer que “en política un sacerdote no juega con honestidad” - (1994, « La Columna », Nro. 55)- la intimó a atenerse a los dictados del obispado o a dejar de llamarse “católica”. El plazo se vencía en días posteriores a su inesperado fallecimiento. Para la sociedad santiagueña en general la partida de Sueldo implicó lisa y llanamente la derogación de una garantía cívica extra constitucional, de las pocas en vigencia.

Desmemoria y letra impresa

Del acontecer en el profundo “subsuelo de la historia” del Estero no quedó memoria escrita, tan solo unos pocos preciados y depreciados vestigios materiales. De la lengua étnica toconoté (*) habrían subsistido algunas voces (“gasta” -pueblo, comarca- ; “gualamba” o hualumba (grande, montañoso-) y toponímicos (Sanagasta, Manogasta), ayes y vivas guturales...y la totémica leyenda del Kakuy.

El traumático trance de la Conquista se asentó en castellana lengua romance arabizada (**) . La comunicación se facilitó en quichua (***) , idioma sobrepuesto a los dialectos tribales adquirido con antelación por los naturales, evidencia de un prehispánico y enriquecedor proceso de complejización sociocultural.

Las crónicas de Indias, redactadas por misioneros, amanuenses y adláteres de los adelantados, han sido tan veraces como lo permitía su calidad de aventurados en codiciosa alianza de la Cruz y la Espada. La cronología colonial se registró en castellano americanizado, resumiendo lo trasegado como “encuentro de culturas”.

Lo que se pudo exteriorizar siendo parte de una amalgama coaccionada por autoritarismos de toda laya (10) , ha sido un juicio funcional al rígido patrón colonial de supremacía racial, política y económica. Lo que se ha callado u omitido, también (11) . Lo tergiversado, por añadidura (12) . Aquiescentes escribas que alcanzaron la imprenta pertenecieron a las castas dominantes o sus ediciones fueron solventadas por ellas, incluidos entusiastas y parcialistas periódicos cuyo principal auspiciante fue el Estado : la “neutra” logia de «Los Inmortales» y arielanas derivaciones , y la brasiana camada que fulguró en las artes, las letras y la investigación en la primera mitad del siglo XX... (13) Pautas decisorias yacen soterradas, gozando de la impunidad de la historiación condescendiente u oficiosa, o inmersas en el subterfugio del «realismo mágico». La revisión desacralizada no ha cabido en quienes las constancias de autos sindican como partícipes necesarios . Si, como se ha dicho, “la historia constituye un pueblo”, Santiago es estridente obra de sus silencios (****) en quichua , en “castilla” y en “argentino” .

(*) El profesor Aldo Lepoldo Tévez, colaborador de la UNESCO en Lenguas Antiguas , atribuye al cacano-diaguita y al quichua y aymará los toponímicos y voces de referencia, y estima que de los tonokotes o “tunukutis” no persistieron ni su lengua ni menos supuestos cacicazgos hereditarios.

(**) El idioma castellano registra más de 4.000 vocablos árabes introducidos desde diferentes regiones del imperio musulmán, incluyendo el tanguero término “arrabal”.

(***) Sobre la lengua Quichua, refiere Emilio A. Christensen en su libro «El quichua Santiagueño» : “Sus más profundos conocedo­res y panegiristas la calificaron de perfecta, armoniosa y ele­gante; no hay en ella irregularidad ni anomalía alguna; es clara, sencilla y grandemente expresiva, sentimental y melodiosa”. El Concilio de Lima, celebrado en 1583, adoptó el quichua para la difusión de la religión católica, labor sumamente favorecida por la prece­dente divulgación de los mitimaes, enviados del Inca a los confines del Tucma ( región terminal del Collasuyu, supuesto extremo sur del dominio incaico, aunque en la práctica se extendiera hasta Mendoza y el sur de Chile, por el Puente del Inca.

(****) Entre otros, de circulación efímera, podría exceptuarse a «El Liberal» (1898) de Juan A. Figueroa, quién sufrió acoso oficial y cárcel por mantener casi heroicamente la independencia de su particular criterio. En 1950 El Liberal de los Castiglione sería clausurado por la censura peronista (junto a otros medios del país) por una irrespetuosa nimiedad : no haber insertado en la primera página la leyenda «Año del Libertador General San Martín». El joven gobernador Carlos Arturo Juárez -católico, amigo de la casa y apadrinado en primeras nupcias por don Antonio Castiglione - bregó por el levantamiento de la medida, que se extendió por tres meses... Ateniéndonos a la prensa escrita (por su valor documental), los diarios de hoy, gerenciados, innominados o atados a un proyecto político/económico, intermitentemente funcionan cual lobistas empresariales, secretarías de prensa paragubernamentales, dúctiles colaboradores o parciales opositores. No le van en zaga otros medios de comunicación provinciales oficiosamente monitoreados, periódicos por encargo o pasquines a medida de algún sector de opinión o de poder, incluso subsidiarias publicaciones “culturales” auspiciadas por condicionantes “fundaciones”. La ocasional u oportunista presencia de medios masivos nacionales, “obligando” a los locales a reparar flagrantes omisiones -a veces culposas- o a enderezar amañados desvíos, coadyuva en Santiago al tratamiento periodístico integral de un hecho o cohecho de gravitancia social e institucional.

Musa tardía

En cuanto al inspirado dosel de la creación literaria, la tardía (*) , preciosista y fluyente veta poética santiagueña atesora prosa y versos de antología; g emas literarias extraídas poco antes y en medio de la devastación de la umbre selvática y la sangría poblacional; míticas narraciones, sensitivas descripciones, confidente poemario y recelosas introspecciones. Páginas cargadas de precavidas metáforas, recatados sinceramientos y silentes eufemismos...La santiagueña es una estirpe vencedora sobre una parte procreadora de sí misma, es decir sobre su otra media sangre, savia original del «hermano desposeído». Al respecto reflexiona Alfonso Nassif : “Es duro para nosotros enfrentar objetivamente la verdad histórica, siendo fruto de la proyección resultante”

(*) Consigna Alfonso Nassif en su preciada «Antología de Poetas Santiagueños» : “Trescientos años de oscuridad se cierran sobre la poesía de Santiago del Estero, desde fines del siglo XVI hasta fines del siglo XIX; es decir, desde Mateo Rojas de Oquendo hasta Ricardo Rojas muy poco se sabe de nuestra poesía. Lo asombroso es la ausencia de testimonios de una poesía heroico-patriótica o cívica de los distintos acontecimientos de nuestra historia. Falta la poesía moralizante, didáctica o retórica, a que eran propensos los pueblos en evolución, como medio de enseñanza casi axiomática”. En Santiago todo lleva su buen tiempo, y en la mora algunas cosas se pasan por alto...

Identidad musical

Circa 1600 un Sínodo realizado en el “Pirú” prohibió, por “lascivas”, las expresiones corporales dramatizadas en bailes y danzas rituales, propias de los des-almados indígenas; se les permitía trabajar semidesnudos de sol a sol, con manos, pies, torso y cabeza, pero danzar no.

Delineado el «ser santiagueño» en unos ciento cincuenta años, la música y el canto serían la manifestación popular liberalmente permitida por la casta regente. La vidala, expresión netamente nativista, precedió a la aquerenciada copla española; a expensas surgió la costumbrista y alegórica composición criolla (coreografiada con aires de recato) y luego la extrovertida chacarera, identitaria creación de reciente data (“Aleluya santiagueña”, a inobjetable exaltación de Dalmiro Coronel Lugones).

Para un pueblo desligado y dependiente (*) , que aquilata resabios de casticis mo y vivencia en quichua un pasado tildado (ex-profeso) de leyenda y superchería, su folklore -producto cultural por excelencia- es tal vez el único factor cohesionante en vigencia (**) . La innata percepción musical santiagueña, surrealista-sachera, enumera renombrados e ignotos cultores; diestras manos y telúricas voces lo interpretan y difunden con indeclinable consustanciación.

(*) “No puede haber verdadera autonomía si no es a partir de sí, desde el fondo de una propia identidad, asumida o aceptada“ , Bernardo Canal Feijóo .

(**) El poeta Julio H. Urtubey, coetáneo de Feijóo y también autoexiliado, se mortifica en «El combate de las sangres» : “Aún sigo raspando dentro de mis huesos / y me queda solo una respuesta / debajo de mi piel todavía luchan / las dos sangres que fundan / mi existencia de hombre americano” (fragmento) .

 

Perdurable impronta

En los albores del tercer milenio pervive en Santiago (y otras provincias del NOA) la impronta feudal (14) en el ejercicio de los poderes públicos y en no pocas actividades privadas. El derecho de Pernada, el servilismo doméstico y rural y otras rémoras mantienen solapada vigencia, bajo la mascarada de una homonoia (armonía social) edificada sobre la ignorancia y resignación popular, la despolitización confesional (*) y el cinismo ilustrado. El empleo clientelar, el trabajo en negro y la explotación infantil , lacras del subdesarrollo, a la vez consecuencia de la falta o de malas políticas de Estado, se asientan en espurios acuerdos de cúpulas entre “profesionales” de la política y del gremialismo. La protesta, cuando legítima, es silenciada o infiltrada por células de “inteligencia” y reprimida por“fuerzas de seguridad” a la orden de flácidos magistrados, que no son otra cosa que una extensión del concentrado poder político...y del económico que lo secunda.

Los que advierten a la provincia de Santiago entre las últimas -cuando fue primera- tal vez puedan concluir en que la mora vegetativa es un capricho de Natura, una deserción del Sacháyoj, un ensañamiento del Múchuy (**) o el fiasco terrenal de una optimista bienaventuranza : “Los últimos serán los primeros”. No es tan así; confluyen fundacionales frustraciones, secuelas de sucesos traumáticos, cuestiones liminares desfavorablemente resueltas, formidables exacciones...y emparentadas complicidades.

La concentrada hechura de la “noble y leal ciudad” a 2003 sigue siendo tan confiscante del interior, donde se extreman los condicionamientos, como de tal se ha venido acusando a la Capital Federal desde pruriginosos cenáculos provincianos. En esa línea, acólitos del linaje raigal (15) , tan refractario a la matriz indiana y a la intromisión europea meridional (la de fines del S. XIX) como aferrados a concepciones supracriollas, plantearon la celebración del 450 aniversario cual corrida “gala de la hispanidad” (***) . La acuciante coyuntura política y judicial -complicada para mercenarios inescrupulosos, personeros , obsecuentes y regalados besamanos- (16) vidalas, coplas, bombos, sachas y cajas indianas (****) y colectividades varias, enmendaron la plana castiza. Sin ilustres convidados ni pompa efectista, las demostraciones artísticas desplegaron un contenido superlativo. Por lo que suene afinado, Santiago es inmanencia musical...

El 25 de julio de 2003, a 450 años de la móvil fundación, unos 18.000 congregados por JUSTICIA exteriorizaron un esporádico rechazo al continuismo absolutista en derredor de la plaza principal (¿en atávica ronda al “Rollo de Justicia”?), cuyo nombre resuena irónico : “Libertad”. Al unísono, desde el ámbito rural recrudecieron en su reclamo pobladores campesinos expulsados de las tierras que ocupaban o resistiendo el asalto : “Sin Justicia somos miserables” (*****)

(*) Mientras los antiguos griegos definían como “idiota” a aquel que no se interesaba por la política, el catolicismo contribuyó a despolitizar la mente del cristiano tipo fijando el concepto dogmático sobre que la resolución entre el bien el mal se da en otro mundo o estadio atemporal , donde serán premiados los buenos y castigados los malos, incluso jueces y gobernantes. Las sociedades consolidadas bajo esos desactivantes preceptos -la santiagueña, muy religiosa, es una de ellas- en general no deliberan y acatan la voluntad de autocráticos mandatarios.

(**) En la ruralidad, «dios de la carestía».

(***) Registra Orestes Di Lullo : “De antiguo las fiestas patronales eran además las de España, y conmemoraban el triunfo de las armas españolas, la introducción del Evangelio y el Señorío y Blasón del Rey” . Ensalzadores santiagueños contemporáneos del “12 de octubre”, en contrapartida críticos del “racismo” de Sarmiento y Alberdi, en 2002 impulsaron un proyecto legislativo para declarar a Santiago “Capital de la Raza ” (¿de cual, de la ibérica o de la “raigal”?). A la vez reclaman a coro un monumento para el perjuro y fallido Nuñez del Prado, cuando incomprensiblemente todavía no se han emplazado en Santiago uno al indígena y otro al negro africano, pilares genéticos del moreno y de la morena santiagueños.

(****) “La sagrada indianidad nos mira desde todos lo sitios” (Atahualpa.Yupanqui).

(*****) Editorial del periódico «Nosotros Todos», Fernández, Santiago del Estero, 1987.

 

Idiosincrasia

Canal Feijóo -“La americana (mestiza) es una cultura sin psicología liberada, con psicología de pura contención, de pura continencia, de pura formalidad “- y el conde Herman Von Keyserling (invitado a disertar en Santiago por « La Brasa »), -“Coraje y sinceridad son las virtudes que desasisten al genio americano”- señalaron pautas idiosincrásicas reconocibles en la contemporaneidad.

El santiagueño es un pueblo cordial, añosamente emparentado, con un afable concepto de familia (tata y mama y diversa filiación), al cual la pasiva aceptación de inequidades e iniquidades le sigue sustrayendo hijos y futuro sin solución de continuidad (*) .

Un pueblo señoreado, sermoneado, “creiente” y promesante, que peregrina (**) dentro y fuera de su geografía en errática búsqueda de un destino integrador, convencido de algún modo (¿?) que la compensación vendrá desde arriba en forma de gracia divina (***) , remedio federal, hombre providencial o quijota con faldas...

Un pueblo concedente, cuya permisividad le viene sustrayendo al shanti rural retazos de tierra y monte poseídos por añares (****) . Parcelas que otros hermanos santiagueños han negociado, inescrupulosamente, con familias de hermanos santiagueños habitándolas... Predios montaraces ocupados por hermanos santiagueños con derecho a la Prescripción Veinteañal , que otros hermanos santiagueños bien ubicados en distintos estamentos de los poderes, direcciones y reparticiones públicas -o en profesiones vinculadas- por unos pesos le han facilitado la usurpación a otros hermanos santiagueños sin derechos, o a foráneos, tal vez por más pesos. En el otro extremo, avezados agitadores que viven muy bien del conflicto campesino (vía aportes nacionales y del exterior) instigan a hermanos santiagueños a declararse, ocupándolos al efecto, genuinos poseedores de campos de desprevenidos propietarios intra y extraprovinciales (“mejor” si son foráneos). Para mayor confusión y ante la inacción judicial, bandas parapoliciales al servicio tarifado de legítimos y espurios propietarios, expulsan violentamente a intrusos y a genuinos pobladores...¡ A 2003 !

(*) Aquellas familias concedentes o consecuentes con el discrecional “orden establecido” qué, abstrayéndose de la restrictiva circunstancia general, pudieron o se esforzaron por hacer estudiar a sus hijos carreras superiores, en un gran porcentaje han obtenido el desmembrador premio de verlos establecidos fuera de la Provincia , donde han podido realizarse en sus respectivas profesiones liberalmente, en acuerdo a su capacidad y dedicación..

(**) Un pueblo que vocacionalmente peregrina y marcha en tributo a sus creencias, en plegaria, en pos de gracia, por la tenencia de la tierra, por subsidios a la pobreza. El corolario por lo general es festivo, salvo cuando marcha por Justicia Penal.

(***) Las compensaciones no parecen equipararse a las adoraciones, en razón de su heterogeneidad y pluralidad : “Mucho santo y poco manto” , diría Cervantes por boca del inefable Sancho Panza. Y con un Absalón Rojas, un Santiago Maradona y un sólo obispo Sueldo en 450 años, no alcanza...

(****) En Santiago la tierra regularmente se la apropian “los con tierra” y los avezados con padrinos políticos y judiciales. Sin medios económicos para hacerse justicia , el derecho a la prescripción de los genuinos pobladores-poseedores deviene inoficioso. No han existido políticas activas de los gobiernos para regularizar la tenencia de la tierra y entregar escrituras a los campesinos. Es indispensable la creación de un Fuero Rural provisto de una base integral de datos catastrales y dominiales centralizada, capaz de una accción radiante a cargo de profesionales probos del derecho y de las distintas disciplinas agronómicas al servicio de la mediación y solución práctica de los litigios.

Santiago es potencial...

La modernidad acrecentó una “ciudadanía” intrínsecamente ceremoniosa y conservadora, matizada con grupúsculos reaccionarios (*) y avanzadas dispersas. Al margen, un considerable porcentaje de individuos formados y creativo que de haberse mancomunado (los amarrados y los expelidos) en el solar procreador , hubiesen bastado para ubicar a Santiago en el respetable sitial hispanoamericano que su contenido histórico y cultural amerita.

Como para ir ensayando un cambio, la civilidad residente debería superar su aletargado estado “potencial” («Tierra de Promisión») asumiendo pronuncia mientos valederos y desechando facilistas traslaciones de responsabilidades.

El ciudadano probo y capacitado debe hacer sentir su presencia, aventando fatuos personajes (17) y superando la calidad de aleatorio o crítico circunstante. El futuro de Santiago, políticas de Estado mediantes, nunca más debería resolverse en estrechas sedes partidarias adosadas a directorios empresariales, sino en amplios foros interdisciplinarios de probada suficiencia.

En un contexto deshipocratizado (**) ser menos contemplativos con la desgracia del turay (prole inferiorizada por desnutrición y desinstrucción), y ponernos sinceramente de su lado procurando soluciones estabilizadoras para ayer y de fondo para hoy (los bebés y los niños, la fuerza social de mañana, no pueden ni deben esperar). Una variable socioeconómica, que capitalistamente podría tildarse de regresismo al ayllú -organización prehispánica que en su ámbito consagra la propiedad comunitaria- sería la de canalizar legítimas aspiraciones populares de vivienda y trabajo hacia emprendimientos asociativos rurales autosustentables e inembargables , con yapa de productividad. Si no tenemos el coraje cívico de implementar estas impostergables reparaciones sociales históricas, hagámosnos cargo del infanticidio transgeneracional en el hábitat de los arbustales estériles, las promiscuas villas marginales ...y la puta calle.

Procede concientizarnos que estamos y seguimos haciendo historia, y que seremos responsables ante la posteridad por nuestras defecciones y omisiones culposas.Respetando el parecer de quienes depositan su confianza en la Divina Providencia , no deberíamos aguardar el estrago irreparable para exteriorizar convicciones y entereza...

(*) A la fecha ningún diputado santiagueño de extracción política de izquierda integra la legislatura de la Provincia , y nunca nadie de ese palo lo hizo en representación de Santiago ante la Nación. Cuando en 1995, primera elección después del Santiagueñazo, el médico Carlos Scrimini fue electo por el nuevo partido Memoria y Participación; una vil componenda del juarismo con justicialistas que electoralmente se habían presentado como “antijuaristas”, con más la doctorada participación de un sátrapa del ucedeismo y la tácita anuencia de la tibia “oposición” ucerreista , le impidió ocupar la banca legítimamente obtenida.

(**) Superación cultural difícil de alcanzar en un medio ambiente estructurado en base al prejuicio confesional y los formulismos tradicionalistas.

 

 

 

 

 

 

Colofón

El Santiago medular continúa inmerso en la barbarie residual que mantiene a algunas provincias (en particular del NOA) cual estancias institucionalizadas. Urge auspiciar una regeneración republicana que deseche la jurisprudencia de un orden castrador e injusto , donde brillaron por su ausencia los tribunos principistas y los fiscales actuantes de oficio. Orden instaurado a fuerza de manipulaciones legalizadas, del cual importa exorcizar conjuros desmantelando el connivente aparato político-judicial que presta sostén a variopintas mafias.

Apremia repeler fatuas delegaciones, dirigentes políticos cooptados por tranzas preexistentes y “hambreados” que propagandean un “cambio” para luego estafar al pueblo y llenar la bolsa. Depurar colegiaturas donde corporativos tribunales de ética apañan carneros descarriados. Desenmascarar a referentes, comunicadores y medios de comunicación interferidos e intelectualidad funcional al Poder de turno (18) , cuidando no caer en el juego de voraces grupos que se disputan la preeminencia con propensión oligopólica.

En ese marco recuperar salud, educación y promover -con proyectos propios guiados por el sentido común- (19) un relanzamiento productivo sostenible y distributivo, incluyente de las diversas escalas, empezando por las más bajas.

Santiago necesita reformarse y reformularse. Cuenta para hacerlo con los rezagos de su capital humano y patrimonio natural. Sería Justicia.

A 450 dejo testimonio.

 

Guillermo José Tagliotti

Octubre de 2003

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

NOTAS ALUSIVAS

(corresponden a la numeración interpuesta en el texto)

(1) EXTERMINIO : sedentarios pueblos originarios fueron dispersados o empujados al nomadismo, y pueblos nómadas fueron amarrados a las encomiendas. Desarraigados, desligados, privados de sus mejores alimentos y obligados a tareas extenuantes...pero evangelizados. De los 86.000 indios empadronados por Francisco de Aguirre en 1553, se contabilizaban 1500 en 1750.

(2) DESLIGAMIENTO : según San Agustín, discípulo de «Mani, el viviente», “en el hemisferio norte anidan la luz y el bien” . Alineada con la tesis agustiniana, la Conquista puso a contramano al «hemisferio inferior». El solstício de invierno (máxima declinación angular del sol con respecto al ecuador) marca el Año Nuevo cósmico correspondiente al hemisferio Sur : cada 21 de junio se renueva una acción solar energizante sobre la tierra y las simientes, auspiciante del ciclo de siembras. Para la cultura andina, que aún celebra el paso solar por la Puerta del Sol (Tiwanaku, Bolivia), en 2003 se cumplieron 5511 años. Los pueblos del Altiplano, cuyo comunitario pensamiento filosófico se tornó ininteligible para el materialismo europeo, asignan 5000 años a la cultura tiwanakota y agregan 511 a partir de 1492, fecha en que se trastocó el cronos austral.

(3) MODUS VIVENDIS : lo que en otras culturas menos estigmatizadas supo definirse como «actitud reflexiva», en el caso de los habitantes del Estero y mestizada descendencia el respeto por la Naturaleza se atribuyó a una falta de iniciativa para modificar el entorno. Hoy se denomina «explotación no agresiva del medio ambiente» al aprovechamiento, bajo regla de preservación, de los recursos naturales. En un Santiago esquilmado, con anuencia oficial y regalías confiscadas por el sector de privilegio de la hora, la premisa sustentable no se cumple en ninguna de sus facetas.

(4) FALACIAS, CONSTATACIONES E HIPOCRESIA : el Papa itinerante Juan Pablo II, en el año jubilar 2000 pidió perdón -un perdón genérico y ambiguo- en nombre de la Santa Iglesia Católica, en parte por la actuación y en parte por la inacción que a partir de 1492 le cupo al catolicismo en el «Mundus Novus», y por los demás “errores” : ocho Cruzadas medievales (guerras) alentadas por Papas, excesos y torturas de la Inquisición -que incluyeron a vanguardistas hombres de ciencia-, las crueles persecuciones en el marco de las guerras de religión con la matanza de San Bartolomé, la actitud con los judíos desde la represión inquisitorial hasta el holocausto pergeñado por el nazismo y contemplado desde el Vaticano; el desprecio a la participación femenina, las expresiones discriminatorias y racistas, las responsabilidad en desequilibrios sociales y territoriales, el alejamiento de la doctrina evangélica que promueve la alianza con los pobres, hambrientos y desamparados, la entrega de mártires cristianos modernos y posmodernos adherentes a la teología de la liberación, etc. En su homilía con motivo de la celebración de la solemnidad de Santiago Apóstol de 2003, el obispo diocesano de Santiago, Juan Carlos Maccarone, manifestó que “La convivencia fue el proyecto original de Santiago, aunque se debe reconocer que la utopía fundacional está lejos de cumplirse“ (¿y cómo se podría llegar a cumplir con los que ya no son ni están ?). Amén las diferencias entre el proyecto aguirriano y el pradista, que no supieron de “convivencia” sino de prevalencia, el profesor de historia e investigador Osvaldo Alejandro Peiretti disiente con el remanido voluntarismo clerical : “Santiago se fundó para encomendar. La Madre de Ciudades fue el comienzo de la obligación de vivir en un sistema que eventualmente pudo haber cambiado de modelo, pero que no ha demostrado la posibilidad de una distribución con justicia, por cierto control imperial desde el lugar del poder económico” ( a tenor de lo palpable, el proyecto original, después de sucesivas metamorfosis, continúa vigente a 2003). Desde hispanista vertiente, el raigal profesor Luis C. Alén Lascano (*) arguye que “en el Santiago encomendero se sentaron las bases de los «derechos humanos» de sometidos y escaldados, y de la dignificación laboral de los futuros argentinos a la rienda del correctivo genio ibérico” . A principios del siglo XX, cincuenta mil hidalgos españoles apegados a las más envilecedoras tradiciones del latifundismo poseían la mitad de las tierras de España, y un tercio el Clero. Un millón y medio de campesinos, poseedores de una hectárea cada uno, debían prestar servicio en las tierras de los señores para sobrevivir y dos millones de obreros rurales no tenían acceso a la propiedad de la tierra ( “Casas más, casas menos, igualito a mi Santiago...feudal” ). Aludirá Alén a ese mismo correctivo genio ibérico qué, a principios del siglo XX, con las mejores tierras de España en manos del Señorío y el Clero, mantenía bajo miserable condición de servidumbre a cientos de miles de campesinos españoles, cuya modesta reivindicación -entre otras ideológicas sinrazones- acabó desatando una antirrepublicana guerra fraticida donde institucionalmente la Iglesia Católica se alió a los fascistas sublevados contra el orden constitucional ? Cuanto no se habrá corregido en Santiago (y en toda hispanoamérica) en favor de los trabajadores rasos, que hoy a la mañana ( 10 de mayo de 2003), como lo hace casi todas las mañanas, partió desde la Capital del Agro de Santiago del Estero (FERNANDEZ - Dpto. ROBLES, C.P. 4322) un viejo camión Bedford rojo patente WD 482 con jaula vaquera y una sola puerta levadiza atrás, acarreando gente como ganado hacia las fincas . No tiene impedimentos el “transporte” para sortear los controles municipales que no aplicarán, por índole permisiva o por orden superior (o las dos a una), la Ordenanza que prohibe esa denigrante práctica [ ¿ Cómo ?, ¡ si los patronos están dando trabajo !] , ni con el de Gendarmeria Nacional patrióticamente apostado en el peaje de la ruta 34 : “Eso ya está arreglado arriba con el Jefe” , a confesión de un inmutable gendarme raso, cuya tonalidad de piel responde a la de los “transportados”. De igual modo miles de peones y obreros rurales no registrados por la patronal ni por la gremial, que debería protegerlos, han sido hoy acarreados a otras fincas en otros camiones, acoplados y camionetas, cual “zapallos en carro”. Sin decisión política para eliminar de cuajo tan anómico estado de cosas (o con la de no hacerlo), se extiende la negra connivencia de la dirigencia de la UATRE (que agita sin convicción la Libreta de Trabajo) con la patronal y las autoridades provinciales del Trabajo, de cuyos despachos “desaparecen” gruesos expedientes de denuncias fiscalizadas. En tanto, “representantes del pueblo” -concejales y diputados- miran para otro lado, evitando pagar “costos políticos” (léase, perder contribuciones patronales para las campañas de reelección partidaria o personal, y en algunos casos, honorarios profesionales). Por el lado de la rama femenina , las fámulas persisten en estado de servilismo casero. Estas rémoras, inamovibles aún en aquellas lejanas épocas de plena ocupación laboral, perpetúan una flagrante desigualdad social y son añeja causa de éxodo constante. Qué faltaría agregar si el propio obispado de Santiago del Estero disfraza bajo la modalidad de “voluntariado” el trabajo en negro de docentes en institutos privados católicos...dependientes de obispos cuyo estipendio (...en el siglo XXI el Estado Nacional continúa sosteniendo el culto Católico y amonestando presidentes de la República en los Te Déum...) fue incrementado un 100% por decreto postrero del ex-presidente provisional Eduardo Duhalde (2002-03), que previamente fue recibido en audiencia por el Papa. Caritas visitae (“carita la visita”).

(*) El meduloso Alén es autor de la más sustanciosa «Historia de Santiago del Estero», a la que le sobran algunas valoraciones contemporáneas de compromiso. Muy estimable su castizo aporte...comparado con el de amarillos historiadores que prestamente retiraron originales de la imprenta ante un inconveniente cambio de guardia en la gobernación, no coincidente con apreciaciones suscriptas. Cuando critica la mediocridad de los políticos y resiente -en algunos casos, con razón- de la escasa valoración de los académicamente formados, Alén no debería olvidar que “su” gobernador, César Iturre, fue rector de la UNSE , al igual que su fallido sucesor, Carlos Mujica, ambos ingenieros.

(5) El gobernante radical Santiago Maradona y su ministro de Gobierno, profesor Julio Olivera, aplicaron las disposiciones emanadas de la «Reglamentación del Trabajo» que penalizaban el pago con vales o “moneda propia” en los obrajes, debiendo hacerse en moneda nacional de curso legal. Prohibieron la utilización de la policía por parte de contratistas y obrajeros y la persecución y detención, por supuestas deudas de los señores trabajadores (¡!) , que así intimaron a los patronos a llamar a sus dependientes. A la vez dictaron el decreto reglamentario de la Ley 11317, sobre trabajo de menores y mujeres. Reglamentaciones que se cumplirían en la medida de lo posible , teniendo en cuenta la acendrada cultura de servidumbre implantada en la colonia por la “criolla” clase mandante y el intrínseco conservadurismo de las facciones políticas en pugna. Paradoja santiagueña : en los procesistas setenta, y por un lapso fugaz (hasta que se reacomodaron las cargas y lo cercaron los influyentes reaccionarios de siempre y le extrajeron prebendas) el gobierno de facto del general César F. Ochoa (santiagueño, 1976-1982) hizo que algunos patronos rurales y forestales abonaran “en blanco” y en metálico el salario de Ley. En cuanto al sector público, un Juárez físicamente decrépito -pero aún dominante- y un Néstor Ick ávido, instalaron a fines del siglo XX un posmoderno “obraje oficial” con peones cautivos (los empleados públicos) : en lugar de pagarles a la vieja usanza obrajera, con mercaderías y vales, impusieron el “vale virtual” o “moneda propia” de la tarjeta SOL (“dinero plástico”, bancarizado instrumento succionador del Zar).

(6) P.I.N.O.A y C.R.D. : en la década del cuarenta, por sinrazones políticas, abortó el abarcante Proyecto de Integración del Noroeste Argentino, alentado por Canal Feijóo y un grupo interdisciplinario regional. El P.I.N.O.A estaba enfocado a preservar y explotar armónicamente los recursos naturales (residuales en el caso del monte nativo) y potenciales del NOA. La primera Facultad de Ciencias Forestales del país fue creada en Santiago del Estero en 1956, dependiente de la Universidad de Córdoba. Paradoja : Santiago se ha quedado sin bosques a pesar de ser propiciadora de hacheros santificados y de los primeros ingenieros forestales. En los años sesenta cuajó una prometedora alteración de la tesitura extractiva, extensiva y expulsora : el Proyecto de Desarrrollo Agrario Integral de la Corporación del Río Dulce, creación de especializados ingenieros de la región que asimilaría el Chile socialista de Salvador Allende y sostendría el golpista, genocida y corrupto Pinochet Ugarte (condecorado por el menemismo con la Orden del Libertador General San Martín, al igual que Brady, el del “plan”). Políticamente desviada de sus objetivos, la C.R .D. no culminó el interactivo proyecto de colonización y sociabilización; decayó discontinuada, para ser finalmente cesada por una Intervención Federal en 1994 (del neoliberal menemismo y con tonada cordobesa), a la cual le puso la rúbrica un ingeniero agrónomo santiagueño : Martín Montiel, ministro de la Producción. En la actualidad se presentan como «polos de desarrollo agropecuario» vastos e irracionales desmontes con fines netamente extractivos (“agricultura minera”), rentable característica agresiva de la fauna, la flora y el desarrollo humano rural, y altamente comprometedora de la estabilidad medioambiental.

(7) Así como el momento creador del joven «pueblo argentino» despunta en el siglo XVIII, la consolidada estirpe santiagueña alcanzaría su cenit en la segunda mitad del siglo XIX, a cuyo fin nuevas “interferencias” inmigratorias trastornarían el orden vegetativo de la antigua “sociedad nacional”. El gobernador Absalón Rojas ( padre del escritor Ricardo), una especie de Almafuerte santiagueño puesto a funcionario que gobernó desde 1888 a 1892 en que fue derrocado por un golpe palaciego, consumaría un récord de inversión pública en educación. Contrastantemente, en las últimas décadas del siglo XX la asignación presupuestaria oficial destinada a cultura en Santiago ha sido una de las más bajas del país. La decadencia del «standard santiagueño» -reeditado descenso social que cuatro siglos y medio á padeciera el poblador original del Estero- se percibe en los bolsones de pobreza indigna, en la vulgarización de las mayorías populares y en una desequilibrante concentración de la riqueza. No puede desligarse la decadencia de Santiago de la actitud de los partidos políticos : el verticalista, subdesarrollista y populista partido Justicialista, y el “demócratico” y declamativo partido Radical que participó de actos electorales convalidando la proscripción del peronismo, con correligionarios que aceptaron cargos ejecutivos durante los factos (ministros, funcionarios de despacho, intendentes,etc.) a pesar de prohibirlo expresamente el Estatuto Partidario. Siempre a la pesca en río revuelto los “demonios cristianos” -apodo con que se hace antagónica y simpática referencia a la dirigencia política local del partido Demócrata Cristiano- del que posiblemente alguien todavía conserve un sello de goma, por si acaso, con referentes confesionales siempre disponibles a avalar los factos y prestar “patrióticos y bendecidos servicios”.

(8) DEFICIT HIDRICO Y GRACIOSAS CONCESIONES

Los registros pluviométricos del último siglo (XX) indican que Santiago, al menos en ésta era de la evolución terraquea, padece déficit hídrico en el 93% de su territorio. La práctica, que los caudales habitualmente disponibles en sus disminuidos y contaminados (Río Hondo en el Dulce) o inoperantes (Figueroa en el Salado) embalses principales, no están eficiente ni equitativamente distribuidos. Revalidando su espíritu concesionario, por muy poco durante el «menemato» Santiago no cedió vitales caudales a la provincia de La Rioja , vía “acueducto federal”. La combativa Asociación de Productores Agropecuarios de Robles (APAR), presidida por Raúl Farré (porteño), teniendo como secretario a Guillermo J. Tagliotti (santafesino), como secretario adjunto a Pablo Cáneva (bonaerense) y tesorero a José Rodolfo Isequilla, un santiagueño destacado en la resistencia a la entrega hídrica , y asesorada por ingenieros de la talla de Efren Gastaminza (tucumano, ex-técnico de la C.R .D) y Roberto Gayraud, bonaerense afincado (*) , fue la entidad de base que se opuso férreamente, desde esquivos foros provinciales y nacionales, a la entrega de buena parte del exiguo capital hídrico (el santiagueño C.I.A.S.E. evitó pronunciarse al respecto, protegiendo los cargos públicos de sus principales directivos). Santiago, que tolera a Salta regule a conveniencia propia los caudales del Salado por medio de Cabra Corral y habilite impresionantes “tomas libres” en el trayecto Tunal-Figueroa (obra pospuesta por cuatro décadas), también da ejemplo interno de “política concesionaria” : cuatro o cinco maxiempresarios rurales establecidos alrededor de La Cañada (departamento Figueroa) asociados a una multinacional semillera ( la pionera Dekalb, a la que luego se agregaron otras del rubro), a partir de 1980 se apropiaron del bien social recurso hídrico correspondiente al área de riego del departamento Avellaneda. Los “autorizados” saqueadores del canal a Jume Esquina, cauce trasvasador de caudales compensatorios del sistema del Dulce al Salado, vienen provocando el “secado” estacional (de marzo a septiembre, cuando la disposición del recurso es crucial) de toda un área de riego ubicada “aguas abajo”. Estos impunes usurpadores de caudales públicos asignados devinieron en hiperenriquecidos capangas aportantes a las campañas proselitistas. A través de personeros políticos influyen sobre funcionarios y jueces venales, y por línea directa disponen del aparato de “inteligencia” parapolicial para cubrir tropelías conexas, menores y mayores (apropiamientos de tierras privadas y públicas, ingreso de maquinarias de origen no verificado por “compras de buena fe”, “accidentes” de trabajo, “homicidios culposos”, etc.) . En dos décadas la operatoria ilegal ha excluido y quebrado a más de dos mil pequeños y medianos productores del departamento Avellaneda, ocasionando la debacle socieconómica de una región proverbialmente productiva y dinamizadora de la economía provincial, a partir de la colonización judía de principios del siglo XX (Jewish Colonization). En 2003, a más de veinte años del inicio de tan nefasta exacción hídrica, trabajosamente se formó una comisión parlamentaria para encauzar el tema a instancias del diputado Cristian Oliva (UCR), que ni siquiera cuenta con el apoyo integral de su bloque ni de correligionarios ex legisladores conocedores de la zona y de la cuestión, que prefieren hacer mutis por el foro preservando rentables relaciones personales o profesionales con los saqueadores.

(*) El ingeniero Gayraud, que por los años cincuenta tuvo a su cargo la Dirección de Bosques, es de los pocos que tienen la valentía de reconocer haber fracasado en su función y por ende en la preservación de la flora autóctona. Mientras tanto, forestales vernáculos no se incomodan por recibir distinciones por haber sabido (y a veces escrito) lo que se debía haber hecho o dejado de hacer con el bosque nativo, y haber concretado muy poco y nada al respecto.

 

(9) BELIGERANTES : en la posmodernidad el “comandante puma“ Félix Francisco Serravalle (integrante del grupo Uturunco) y los combatientes Santucho (Francisco René y Mario Roberto (fundadores del Frente Indoamericano Revolucionario), erpiana guerrilla procubana y “compañeros” montoneros. De entre los diletantes socialistas conjurados en la biblioteca y tertulia cultural « La Urpila » (literaria, folklórica y política, sita en calle Absalón Rojas), quedó eximida de la razzia practicada a fines de 1976 por el joven oficial Musa Azar “bajo órdenes de la superioridad”, la habitué y Secretaria de Cultura Municipal (administración Muñiz Duhalde), María Concepción Da Pena . La noche anterior al procedimiento la española e hispanista funcionaria había rubricado en el Libro de Visitantes una singular amonestación : “Cuando la cultura no se usa armónicamente (¿funcionalmente?) , se convierte en un caos” . Fallecidos o suprimidos los militantes heroicos, no hay una calle que los recuerde en su patria chica. En tanto el tucumano genocida selectivo Julio A. Roca tiene en Santiago avenida y plazoleta, obviando que bajo su Ministerio se cumplió la «Campaña del desierto» que costó tantas vidas de indígenas pampeanos y patagónicos, y a mérito de la cual él se agenció 30.000 hectáreas de los suelos más fértiles del mundo ( Roca, que previamente envió a los indígenas, para diezmarlos, ponchos y mantas utilizadas por enfermos de viruela, hipócritamente lamentaría haber firmado la sentencia de muerte del inocente gaucho Cabituna, un noble chasqui tomado por espía traidor). Una escuela rural del paraje El Quebrachal (Dpto. Robles) lleva el nombre del mayor Carlos Leonetti, matador del indoamericano “Roby” Santucho. La mayoría de los revolucionarios santiagueños sobrevivientes (algunos desterrados, como Miguel Cavallín y Sarita Ponce, que recibieron feliz asilo en los E.E.U.U, la potencia imperialista contra la que luchaban desde su causa revolucionaria) fueron oportunamentre apresados y torturados por identificados represores santiagueños que todavía no han pagado sus culpas por los delitos de lesa humanidad cometidos con premeditación y alevosía. En la actualidad la Asociación Comunitaria la Matanza (¡!) gestiona judicialmente una ridícula indemnización de trescientos millones de pesos como compensación a los descendientes de las víctimas de la abominable masacre de los años setenta. A partir de los ochenta, la modalidad reivindicatoria en la Argentina fue canjear Justicia por indemnizaciones en metálico. Que se conozca, ninguno de los sobrevivientes indemnizados ha sido capaz de pararse frente a sus carceleros-torturadores y asesinos-desaparecedores de compañeros y camaradas, para cobrarle las cuentas mano a mano.

(10) «DESBORDE POPULAR» : por 1935, a raíz del reglamentario pero injusto fusilamiento del cabo Luis Leonidas Paz (protagonista de un entrevero amoroso a costa de un despechado superior, y de un asesinato confeso), fueron apedreados el Distrito Militar, el Parque Club, la sede del Obispado y del diario El Liberal, el comité Radical y varias casas principales, acodados antros donde se dirimía la suma de los poderes públicos que “legitimaban” la ejecución. Ultimamente, ¿qué pasó con los espontáneos activistas del “Santiagueñazo”?¿Qué rescoldo pervivió de aquella flamígera erupción del 16 de diciembre de 1993 y de las escrachantes pintadas de las que pocos parecen querer acordarse? Poca Memoria y menos Participación. Fertilizada por volcánicas cenizas rebrotó la mala hierba , con absolutismo confiscante. Y del irreductible Sueldo Brión, las mentas.

 

(11) LUZ : de buena fe, la docente, investigadora, escritora y difusora del quichua, Hilda Juárez de Manuel “Mañuco” Paz, confía en que cuando el Vaticano decida abrir completamente sus «archivos de Indias» se hará la luz sobre pasajes oscuros del ocaso indígena y la procedente conformación santiagueña. Noai´ser con el papa Karol Wojtila...

(12) TERGIVERSACIONES Y CONVALIDACIONES : continúan tergiversando los hechos quienes en esta internetizada hora persisten en hablar de “descubrimiento” y “encuentro de culturas”, para encubrir lo que fue una apropiación ilegítima y una subordinación cultural. Escribas subsidiarios extendieron sus convalidaciones al pasado mediato -del que fueron arte y parte- y a la contemporaneidad, al efecto de juzgar su propia actuación pública o añadir la saga del «sponsor» gubernamental de turno ( mecenas eran los de antes). Otros exponentes de la “santiagueñidad intelectual” retiraron originales de algún libro -crítico de la gestión juarista- de la imprenta de El Liberal, ante el inesperado e inconveniente “retorno” de Carlos Juárez en 1995, o adaptaron sus “colaboraciones periodísticas” a la necesidad perentoria de los medios convocantes, aunque tuviesen que borrar con el codo incompatibles precedentes impresos con su rúbrica. Literatos, académicos y técnicos que en la actualidad se atreven a manifestar públicamente su discrepancia con el arraigado poder político y efectores colaterales, por lo general son aquellos cuyo sostén económico proviene de un ente nacional o actividad privada no ligada a la férula pública, o son jubilados o retirados sin parientes cercanos en la administración pública. Con escasos y valorados pronunciamientos -como el de las «Madres del Dolor» (agrupadas por Liliana Pascual desde fines de 1998) unos pocos distinguidos profesionales nucleados en la FEPUSE y ciudadanos de la FEVESE , artistas sueltos (...) y agrupados en «El Atelier» ( La Banda ), contados abogados (Luis Horacio Santucho y meritoria Cia.) y militantes políticos identificados con las causas sociales y los derechos humanos y jovenes investigadores- se abstienen de hacer ola opinólogos dependientes de la Provincia o de grupos fariseos relacionados. Aunque son numerosos los directamente afectados (en el pasado y el presente), dos familias laceradas por el dolor son las que, con el arrojo de la desesperación, se atreven a llamar las cosas por su nombre : el drama de los Bshier Nazar y los Villalba es demostrativo de la inacción de la Justicia y la inseguridad jurídica que padece una parte sustancial de la población santiagueña. Huelga mencionar la cínica indiferencia de la runfla de diversos menesteres y variadas profesiones que sirve con cuerpo y alma al poder económico y parajudicial posicionado sobre las “cajas” de la Provincia , operando a satisfacción los resortes públicos desde despachos privados. En sentido convalidante han actuado volubles autoridades del INTA Regional y de la UNSE , exponiendo gratuitamente válidas realizaciones institucionales desde el hotel Carlos V. El INTA, teniendo a mano fuentes genuinas y compatibles de financiamiento (las enriquecidas empresas ligadas al boom del sector agropecuario posterior a la devaluación) no debería recurrir (para subsidiar unos cuantos CD) a fundaciones como la Hamburgo , que vampíricamente extrae fondos de las arcas públicas y lava luego sus incisivos en público con módicos subsidios y pantalla disponible para consecuentes, y obligados, agradecimientos. La UNSE , con fondos nacionales y pantalla propia, no debería ser sospechada de embanderarse con grupos de poder locales para satisfacer las apetencias de permanencia de un rector y su séquito. Esta delicada coyuntura de 2003, que patentiza los estertores agónicos de un ciclo desventurado donde unos somos testigos presenciales y otros de cargo, ¿ jalonará de veraces memorias e incorruptibles testimonios la historiación de mañana? Por las dudas, valga y persista lo aquí asentado.

 

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  foto de Carlos Olivares    

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