Inauguramos una sección en la página con artículos que no tienen la pretensión científica o la opinión calificada,

aquí va un ejemplo.

 

Nota: se solicita realizar los aportes que crean conveniente al final del texto.


Enviados

Dedicado a Gabriel y a Anoop Singh.

Que se podría pensar del acontecimiento que significa un enviado?. Acaso no es ya a esta altura de las circunstancias, alguien mas que viene, de alguna manera, a modificar la economía, ya sea esta micro o macro; y esto casi sin que nosotros lo hayamos solicitado o al menos sin que nosotros podamos incidir en esas condiciones que se presentan como la naturaleza misma.

Los enviados o la idea del enviado no es en absoluto nueva en este lado del mundo y tiene una característica que es oportuna observar ¡todos vienen de arriba!.

Ahora bien, con respecto a lo suscripto en el primer parágrafo deberemos aclarar un poco mas sobre esa cualidad de modificar la economía que tienen los enviados. En ese sentido diremos que se trata de una vinculación que se realiza, entre su presencia y las consecuencias económicas que produce su posterior ausencia; sin ir mas lejos, aunque a esta altura ya nos habremos ido al carajo, veamos cuanto modifica la llegada de un hijo a una familia, siempre hablando en términos económicos, of course; a decir: alimentación, vestimenta, salud (a pesar de sus posibles o demostradas habilidades), esparcimiento aunque ¡al chico se le ocurran cada juegos!, etcétera, etcétera.

Entonces, como primera aproximación podemos decir que el enviado trae problemas y segundo, no los resuelve...y se va... y vuelve... y se va...

Otra situación que se plantea inevitablemente cuando llega un hijo, es el aumento demográfico que representa para la familia y la necesidad de redistribución del ingreso que trae aparejado el susodicho. Esto, desde ya, plantea un conflicto puesto que; por ejemplo  si ahora son tres y tienen un solo burrito, como hacen para viajar...  Ya sé, camina José.

La historia de los enviados no plantea nada respecto del rechazo que puede generar su producción en el lugar de destino, de esta manera el enviado es una suerte de imposición de un lugar sobre otro (lo de lugar puede ser reemplazado por poder u otras palabras que cada teoría del lector crea conveniente o mas acertada), y su producción debe ser atendida como un/a       don/acion y como sabemos, a caballo regalao no se le ven los dientes y agrego... en caso de que los tenga. Porque de lo contrario, se le pude mirar, tocar, oler, escuchar, degustar y porque no, ejercitar el sexto sentido, el séptimo,  el octavo  y el 69.

Volvamos a la influencia económica que representa un nuevo integrante en la familia y recordando siempre, que esto corresponde a la condición de producción que requiere el enviado; tomaremos ahora, el conflicto en términos de clasificación de las cuentas en tanto cabe la pregunta sobre esta Don/acion y si corresponde registrarlo como un gasto o una inversión a este nuevo integrante. Recordemos que según Forni, esto sería una inversión, pero este se refería a la voluntad de tenerlo por parte de la familia y no dice nada acerca de los casos de Don/acion, que probablemente potenciarían esta idea pero habría que preguntarle a él. De todas formas existe el gasto, hasta tanto el niño no demuestre que transformará eso en una inversión, que tiene que ver con los intereses del enviado y solo circunstancialmente los intereses de quienes hicieron el gasto/ inversión.

El enviado, fuera de esta irrupción en el ámbito familiar, también puede manifestarse de manera general involucrando territorios étnicos, religiosos, políticos, sociales, geográficos, etc; es decir trasunta en la medida que requieren sus intereses, dejando que sus eventuales receptores se conviertan en potenciales mediadores de intereses a favor suyo y en contra de su territorio.

Entonces habría que comenzar a descreer de la función de los enviados como posibles generadores de los encuentros, comuniones o conciertos que por diversas razones o sinrazones estamos imposibilitados de generar, en cambio, si podríamos pensarlo al enviado como vinculo entre el problema que no tenemos y el que su anuncio genera. Dicho siempre esto, a la luz de la Cruz del Sur y  del Águila del Norte.

También es importante remarcar, en muchos casos, la impertinencia de su llegada, teniendo en cuenta que su arribo puede estar coartando el deseo de estar arriba. Peor todavía, puede interrumpir el proceso de estar arriba y lograr la confusión que lleva al desconocimiento de saber de quien es el producto que se generó, a tal punto que la discusión es para distinguir en qué medida se cumplieron los intereses del enviado, sin importar el grado de participación de los receptores del enviado.

Si bien es cierto que aquí tratamos algunos tipos de enviados y que la forma en que estos se presentan son casi infinitas, creemos haber captado algún elemento convocante entre ellos o que puedan servir de parámetros para su identificación, en tanto reconocemos que la idea de enviado es mucho mas amplia aun y que se manifiesta de manera concreta en las acciones cotidianas. Incluso de nosotros.

 

Declaración: rechazar (en el sentido de obviar, no de matar), a  los enviados, de cualquier naturaleza, composición o esencia, y pedir a ese lugar que está arriba, aparentemente, que controle sus fronteras para que no se caigan mas o no se sigan escapando justo en esta dirección, digo, en la Argentina o mejor en Latinoamérica y por otro lado,  que comiencen a retirar todo lo dejado, principalmente humanos, y a devolver todo lo llevado / lavado.

Enviamos un saludo grande a todos los lectores.

victor@elferroviario.zzn.com

 

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